En nuestro país hay más de 3 millones de empresas, de las que el 55,3% no tienen asalariados.

El 40,5% del empleo se desarrolla en microempresas, porcentaje que llega hasta un 11,3% más que el de la media de la UE.

Este dato dificulta que las empresas sobrevivan y también impide competir en igualdad de condiciones con respecto a la firmas de grandes economías de Europa, ya que hay un 46% de asalariados británicos y un 37% de alemanes, frente a sólo el 27% de los empleados en nuestro país que alcanza el número de 250 trabajadores. De ahí el problema, ya que es mucho más difícil que una pequeña empresa sobreviva que las grandes compañías.

El tamaño además de reducir el nivel de productividad impide desarrollar procesos innovadores, la que afecta directamente a la exportación. En el mundo empresarial, la supervivencia de las empresas está ligada directamente al tamaño, sobre todo en nuestro país, en el que hasta el 61% de los proyectos de las empresas que no tienen empleados no alcanza los cinco años de vida, mientras que en Francia sólo sería el 48%, en Italia el 54% y en Reino Unido el 58%, según pone de manifiesto un informe de la Fundación BBVA.

Las cifras de afiliación a la Seguridad Social del mes de mayo de este año, demuestran que las pymes han aumentado hasta un 15,68% su tamaño, si se comparan con el mismo mes de 2013.

Hasta un 3,7% ha crecido el número de empresas del régimen general con un asalariado como mínimo respecto a 2013, mientras que se atribuye un 8,1% en las empresas que disponen de dos a cinco empleados. Por último, aquellas empresas que disponen de entre 6 y 50 trabajadores a aumentado hasta un 16,46%.

Las microempresas mostraron una menor resistencia durante la crisis,ya que la productividad media del tejido económico español es hasta un 42% menor que la de Alemania, hasta un 51% inferior a la de Francia y alcanza un 74% menos que la británica.

Todos estos datos demuestran que a pesar de que se manifieste un aumento del autoempleo, los niveles de productividad e innovación son aun factores de los que sólo pueden presumir las grandes empresas y que todavía es la tarea pendiente de las pequeñas  empresas.