La nueva Ley de Contratos Públicos entrará en vigor el próximo 10 de marzo, y las pequeñas y medianas empresas serán las grandes beneficiarias.

Esta ley beneficiará a las pymes mediante la división en lotes, los cambios en los criterios de valoración y el control de la morosidad.

Entre los principales cambios que incorporará la Ley de Contratos Públicos, se encuentran:

1. La obligación de dividir en lotes los contratos, teniendo en cuenta que el objetivo de los servicios que hay que contratar sea el mismo y no solo que estén relacionados unos con otros, esto implicará una mayor especialización de las empresas que liciten cada lote.

2. Se introducen cambios en los criterios de valoración, el más importante, el criterio económico, donde primará la oferta con mejor relación calidad/precio en lugar de restringirse a la oferta económica más ventajosa. Esto hacia que grandes empresas fuesen incluso por debajo de coste.

3. El control en la morosidad, ya que las adjudicatarias no podrán demorar el pago a sus proveedores. Esto producía que las grandes empresas se financiasen a costa de las pymes, lo que supuso las pérdidas en numerosas empresas por falta de liquidez con trabajos ejecutados para la Administración de manera indirecta.

4. La relajación de los criterios de solvencia, hasta ahora estos requisitos eran demasiado ambiciosos para la mayoría de pymes, por motivos de experiencia demostrable, solvencia económica,…a partir de ahora los criterios se adecuarán al proyecto posibilitando incluso el acceso de empresas de reciente creación.

Con la nueva ley se facilitará, además, el acceso de las pequeñas y medianas empresas, incluso de los autónomos, a una contratación pública en igualdad de condiciones, que ayudará también a llevar a cabo una competencia efectiva.