Autónomo o trabajador asalariado

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trabajador asalariado

Cómo ya hemos comentado en artículos anteriores ser autónomo es una medida laboral muy recurrida en nuestro país en los últimos años debido a la situación de crisis bajo la que se encuentra España. Aún así, hay mucha gente que no tiene claro cuáles son las diferencias entre ser autónomo o trabajar para otros, es decir, ser trabajador asalariado. A continuación vamos a hablar en profundidad sobre estas dos opciones laborales, por si todavía tienes alguna duda.

Uno de los puntos más gratificantes de ser AUTÓNOMO es que, Tú eres tu propio jefe, tú tomas las decisiones sobre cómo gestionar tu negocio, tus horarios, vacaciones, etc….

Todos los gastos que tengas que estén relacionados con tu trabajo; viajes, utensilios informáticos para trabajar, etc.. te los puedes desgravar del IVA, por lo que puedes ahorrar hasta un 21%.

Tienes la opción de trabajar para infinidad de clientes… y además eres tú quién los eliges.

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Sin embargo, como puntos negativos hablaremos de que debes de pagar obligatoriamente la cuota de autónomo de la Seguridad Social, tengas ingresos o no… eso no se tiene en cuenta… y aunque estés de baja… también deberás hacerlo, ninguna excusa te exime de pagar esta cuota. Hay que recordar que desde el 2013, se ha puesto en marcha la Tarifa Plana, que es válida para los autónomos durante los seis primeros meses de desarrollo de su actividad, con el pago de 50 euros de cuota.

En cuanto a las prestaciones… la cuota mínima te cubre solamente la prestación por incapacidad temporal si caes enfermo, a partir del cuarto día. Si quieres que también te cubran accidentes laborales y las enfermedades profesionales y por cese de actividad, esta cuota SUBE.

Al igual que ser tu propio jefe es algo genial… también recae muchísimo más peso sobre tus hombros, y la presión es muy superior a la que te produce trabajar para otro, que no tienes en cuenta los ingresos, mientras tu cobres tu sueldo fijo a final de mes.

Otra parte son las cotizaciones sociales, los autónomos deben pagar unos impuestos… al igual que los trabajadores asalariados y lo hace na través del pago del IVA y el IRPF. Hablando del IRPF, hay que contar con la bonificación de nuevo autónomo baja un 9%, sino estaría entre el 15% y el 19% de tus ingresos.

Hablando del IVA, pagan a Hacienda la diferencia entre el IVA que han cobrado a sus clientes (IVA facturado, devengado o repercutido) y el que han soportado en sus compras (IVA soportado o IVA deducible).

Si por el contrario prefieres ser un TRABAJADOR ASALARIADO hablaremos en primer lugar de lo que ya hemos mencionado antes. Da igual lo que vendas o factures, tu tienes unos ingresos mensuales fijos, lo que te da seguridad y estabilidad, algo que siendo autónomo, es casi imposible de conseguir.

Por un lado, si hablamos de las cosas positivas, hay que destacar que al ser un trabajador asalariado podrás gozar de prestaciones sociales, por ejemplo si coges la baja, también podrás disfrutar de prestaciones por desempleo y una indemnización que corresponda con tu despido.

Trabajar para otros te da experiencias, contactos y servicios únicos, algunas empresas ofrecen seguros médicos, guarderías, etc… en la gran mayoría de los casos también más de doce pagas.

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Gracias a tu sueldo fijo y tu horario cerrado puedes organizar tu vida, vacaciones, ocio, compras, etc…un autónomo no tiene horarios…

Pero al igual que si eres autónomo, hay varias desventajas de ser asalariado por ejemplo, que al final dentro de una empresa y gestionada por otros, llegará un momento en el que no no vas a poder ascender más, tendrás un techo que es el que te va a fijar tu jefe.

Si trabajas para otros no controlas bien la realidad, es decir, no sabes cuáles son los ingresos necesarios para llegar a fin de mes, otro eligen por ti, etc...

El trabajador asalariado, debe pagar de su sueldo bruto las cotizaciones a la Seguridad Social y la retención a cuenta del IRPF, pero cómo ésto siempre corre a cuenta de la empresa, muchos trabajadores no saben ni qué pagan ni cuánto.

Para conocer toda esta información lo mejor y más fácil es que le pidas tu última nómina a tu empresa y así podrás calcular estos datos según tu categoría profesional, el grupo de cotización al que perteneces y la base que te corresponde. Tendrás cuatro opciones de cotización:

  • Cotización por contingencias comunes.
  • Cotización por accidentes de trabajo o enfermedad profesional
  • Cotización por desempleo
  • Formación profesional y reciclaje de los trabajadores

Las retenciones del IRPF, se aplicarán a tu renta y se calculan según el contrato que tengas, tus ingresos brutos al año que se estiman por la relación laboral y las circunstancias familiares y personales.

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