España es el segundo país de la Unión Europea que más autónomos ha perdido durante la crisis. Y es que solamente Italia supera a nuestro país en cuanto a la pérdida del sector de trabajadores por cuenta propia. En el 2007 eran 5,2 millones de italianos registrados como trabajadores autónomos.

Después de los italianos nos encontramos los españoles que en el 2007 contábamos con 3,3 millones de profesionales por cuenta propia dados de alta en la Seguridad Social, mientras que en 2016 eran ya 2,93 millones, unos 370.000 menos que años atrás, cifras que colocan a España como el segundo país con mayor índice e cuanto a la caída de autónomos.

De los 33 países analizados en Europa, 18 pierden autónomos y 15 los ganan, muy cerca de España encontramos a Rumanía y Portugal con unos 300.000 autónomos perdidos en el tiempo que hemos analizado. Croacia, Grecia y Alemania también pierden empleo de estos trabajadores, 176.000, 200.000 y algo más de 100.000, a partir de aquí, el resto de países o ya ha recuperado el empleo autónomo perdido después de la recesión, o están a punto de hacerlo.

Por otro lado, tenemos a Francia y al Reino Unido en los que el colectivo sin embargo ha crecido de forma muy considerable, sobre todo en Francia, país que es nuestro ex socio continental que ha ganado más de 700.000 autónomos desde 2007. Francia además de recuperar los niveles precrisis de empleo por cuenta propia, sino que ha sumado 300.000 nuevos profesionales de este tipo

Por último, las estadísticas recogen que los autónomos capaces de generar empleo y aquellos que no. La mala posición de España en este ranking aumenta cuando comprobamos que casi hasta un 60% de los autónomos desaparecidos tienen empleados a su cargo. 216.000 de los 370.000 más concretamente, osea que a la considerable pérdida de autónomos debemos añadir los puestos de trabajo de los empleados que tenían a sus cargo.