Las empresas están más débiles para afrontar la segunda ola del coronavirus a pocas semanas del inicio de la «Campaña de Navidad».

La Campaña de Navidad podía ser la salvación para muchos profesionales autónomos, pero la segunda ola genera una serie de restricciones que podrían afectar al periodo navideño. 

Según los datos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), la campaña navideña representa el 30% de la facturación anual en los principales sectores. 

500.000 autónomos en jaque mate

Por ello, UPTA ha solicitado al Gobierno que tome medidas «contundentes» para contener la propagación del virus, ya que, en su opinión, las medidas propuestas desde las comunidades autónomas han sido insuficientes. 

Por ende, UPTA cree conveniente ajustar as restricciones durante las próximas semanas antes de que sea demasiado tarde y «se eche a perder la campaña navideña».

Abad, ha insistido en que es necesario que haya consenso y mucho sentido común.

«Si no paramos esto ahora, la campaña comercial de Navidad será un completo desastre», ha avisado, tras apuntar que «esto no es una carrera electoral, esto es una situación de emergencia que debe priorizar los intereses de los ciudadanos, de los empresarios, de los trabajadores y de los más de 3 millones de autónomos del país», expone el presidente de UPTA. 

Los datos de la patronal del textil indican que en cada uno de los últimos meses tras el fin del estado de alarma se ha producido una caída media interanual en las ventas del 30 %, un porcentaje que se eleva al 42 % para el tramo de enero a septiembre, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

En cualquier caso, elbarómetro de Acotex de diciembre de 2019 ya reflejó una caída de las ventas del 1,2 % en relación con el mismo mes de 2018. En noviembre el descenso interanual fue del 2,6 %, aunque el conjunto del año se saldó con un avance en la venta de ropa en España del 2 %.

Antes de llegar a las Navidades, el comercio tiene por delante otras dos fechas consideradas claves, el llamadoViernes negro o «Black friday» (que este año será el 27 de noviembre) y el «ciberlunes» siguiente (30 de noviembre), fechas en las que la mayor parte de las ventas se suele realizar por internet, con lo que el sector no prevé que la caída sea tan abrupta como temen para el conjunto de la campaña navideña, en la que el peso de las tiendas físicas sigue siendo mayoritario.