Los Presupuestos del Gobierno de Sánchez contaban con una serie de modificaciones que afectaban tanto a pymes como a autónomos. 

Las medidas que el Partido Socialista quería llevar a cabo son las siguientes:

1. Cambios en el Impuesto de Sociedades para pymes:

La principal medida que se quería llevar a cabo para las pymes era una reducción del tipo nominal del Impuesto de Sociedades. Todas aquellas corporaciones con facturaciones por debajo del millón, pasaban a enfrentar un 23%.

En relación a los autónomos, estaba previsto que el Impuesto sobre la renta de las Personas Físicas incrementará en dos puntos los tipos impostivos, sobre la base general, para los que poseían rentas superiores a 130.000 euros. Ascendía hasta cuatro puntos para los que excedían de 300.000 euros.

2. Más Impuesto de Sociedades para grandes empresas:

Se pretendía obtener mayor recaudación en el Impuesto sobre Sociedades. Por un lado, se quería limitar a las exenciones que pueden aplicar las sociedades respecto de los dividendos y plusvalías como consecuencia de su participación en sociedades filiales, pasando a un 100%.

Por otro lado, se establecía una tributación mínima de un 15% sobre la base imponible para las grandes empresas para poder conseguir una tributación efectiva más justa de este tipo de sociedades.

Esta medida solo hubiese afectado a los grupos que tributan en régimen de consolidación fiscal y a las empresas que facturen más de 20 millones de euros.

En relación a las entidades de crédito o dedicadas a la explotación de hidrocarburos, el tipo de gravamen será del 18%, porque cuentan ya con un tipo nominal incrementado.

Por su lado, el IVA, se iba a reducir al 4% el tipo de gravamen para los productos de higiene femenina, así como para los libros, periódicos y revistas en soporte electrónico. Además, los servicios veterinarios tributarían al tipo reducido del 10%.