Abril es uno de los meses con más movimiento para los autónomos, y esto se debe, principalmente, a las obligaciones con la Agencia Tributaria. Antes del 20 de abril, los trabajadores por cuenta propia deberán enviar sus modelos tributarios.

Entre los modelos más habituales a entregar en el cuarto mes del año están: autoliquidación de IVA (303), facturas sin IRPF (130), gastos con retención (111) y el alquiler con retención (115).

La liquidación del IVA es un trámite obligatorio, en el que el trabajador por cuenta propia debe declarar lo que haya facturado, sin importar si lo ha cobrado o no y aunque no haya realizado actividad en los tres meses anteriores. La excepción se haría, únicamente, si éste se acoge al criterio de caja.

Los trabajadores por cuenta propia que estén en módulos tendrán que recopilar todas las facturas, tickets y comprobantes de ese trimestre. Es recomendable que pase por un sistema de digitalización de comprobantes.

En el caso de que más del 30% de las facturas del autónomo no hayan incluido el IRPF tendrás que presentar el modelo 130, con el objetivo de informar qué ha ingresado y qué ha gastado para que el 20% de ese beneficio quede en las arcas públicas. Si se aplica el IRPF a cada factura, no será necesario presentar este modelo.

Por otro lado, si el autónomo o empresario cuenta con facturas de gasto, deberá presentar el modelo 111 con el objetivo de declarar las retenciones practicadas durante los tres meses a trabajadoras o empresarios con los que trabajan.

En este modelo no están incluidos los gastos de alquileres con retención, por lo que, para añadirlos, habría que cumplimentar el modelo 115, que tiene su equivalente anual en el 180.

Los modelos 347 y 349 también son comunes. El primero informa de las operaciones anuales que superen los 3.005,6 € llevadas a cabo con terceras personas, y el segundo es para empresarios y profesionales autónomos con operaciones dentro de la Unión Europea.

En general, los autónomos deben presentar cuatro modelos en total.