Debido al aumento de rebrotes y las posibilidades de confinamiento, los autónomos le han pedido al Gobierno una prórroga de los ERTE.

Los autónomos están completamente atemorizados por la situación actual. Lo que parecía ser una nueva normalidad tranquila, está empezando a despertar a los fantasmas del pasado y la incertidumbre del futuro. A día de hoy, hay más de 500 brotes activos y el número de contagios diario es superior que los que se registraban en mayo. Por este motivo, los trabajadores por cuenta propia consideran que el Gobierno debería plantearse ya una prórroga de las medidas de apoyo.

Dentro de estas peticiones se encuentran: prorrogar los ERTE, las líneas ICO, los aplazamientos de impuestos y el cese de actividad compatible con la actividad al 1 de abril del 2021. También, piden deducciones en IRPF y reducir el 50% del IVA del turismo, hostelería, peluquerías y gimnasios.

La actual fecha de caducidad

El fin de los ERTE será el próximo 30 de septiembre. Queda poco más de un mes para que llegue esa fecha y las negociaciones de prórroga están prácticamente paralizadas. Está previsto que a lo largo de este mes vuelvan a retomarse. Esta segunda prórroga estaría orientada a concretar los apoyos económicos en ciertos ámbitos concretos como, por ejemplo, el turismo. La nueva ronda de diálogo se abrirá en Palma de Mallorca. 

Desde ATA, reiteran que es necesario crear ya un plan de ayuda con vistas a un otoño e invierno «muy duros». La idea es facilitar la liquidez e impulsar el consumo y la demanda para amortiguar la caída de actividad y el cierre de empresas y autónomos.

Cabe recordar que la primera ola de la pandemia se saldó con la pérdida de un millón de empleos. De éstos, 135.000 estaban bajo el ámbito de los autónomos. Si la situación continúa así, la segunda oleada provocará que muchos trabajadores por cuenta propia echen el cierre o reduzcan plantilla.

El pasado 26 de junio, el Gobierno acordó prorrogar las ayudas a autónomos y los ERTE hasta el próximo 30 de septiembre. Más de 1,5 millones de autónomos beneficiados de la prestación extraordinaria por el cese de actividad obtuvieron la exoneración del 100% de la cuota de la Seguridad Social en julio. Por otro lado, del 50% en agosto y del 25% en septiembre.

El mayor inconveniente de esta idea de extender los ERTE es su coste económico para el Estado, concretamente los ministerios de Trabajo y Seguridad Social. Ambos son los encargados de poder financiar dichas ayudas, subvenciones y exoneraciones.

El Ejecutivo

Dentro del propio Gobierno, no hay discusión sobre si es conveniente o no prorrogar las ayudas. Sin embargo, sí la hay sobre las condiciones en las que se deben conceder y sobre si es conveniente mantener el apoyo financiero a empresas que no se van a recuperar.

La cuestión sería pasar de unas ayudas activas a unas pasivas, ya que se dejarían caer a empresas y trabajadores con pocas posibilidades de sobrevivir a la crisis. Por este motivo, todas las ayudas se centrarían en ayudar a la reconversión de empresas y a los trabajadores en paro.

Por último, ATA insta a la creación de una red de mentores empresariales con el objetivo de prevenir la quiebra y poder reorientar los negocios de autónomos mediante su digitalización y capacitación del autónomo en dicho entorno.