El año 2021 se ha visto marcado por una fuerte subida de impuestos junto a una recuperación económica cada vez más lenta.
Después de un año marcado gravemente por la subida de precios, de la luz, carburantes e impuestos, la mayoría de pymes y autónomos comienzan el año temerosos por la severa situación que plantea el año 2022.
El año 2022 arranca con unos nuevos Presupuestos Generales del Estado que ya han sido tildados como «el mayor gasto social de la historia», que se verá reflejado en un aumento considerable de los impuestos.
Subida del impuesto de matriculación
En el año 2021 la subida de este impuesto supuso un gran desastre en la recaudación provocando grandes daños en el sector del automóvil. Para este nuevo año, se descongela el nuevo impuesto de emisiones provocando un aumento de las tasas impositivas para todos los vehículos afectando al 40% de las ventas de nuevos automóviles.
Impuesto de sociedades
Se trata de un impuesto de que grava las rentas en personas jurídicas, por lo que cualquier empresa está obligada a contribuir por medio de este tributo.
En el año 2022, se establece en el Impuesto sobre Sociedades una tributación mínima del 15% de la base imponible para aquellas personas con importe neto de cifra de negocio igual o superior a 20 millones de euros o que tributen por el régimen de consolidación fiscal, independientemente del importe de su cifra de negocios
Para sociedades de nueva creación, la tributación mínima pasará del 15% al 10%.
En cuanto a sociedades dedicadas al arrendamiento de viviendas, la bonificación fiscal pasa del 85% al 45%.
Autónomos
Los autónomos se verán afectados por la subida de impuestos ya que tanto su base mínima de cotización como su base máxima subirán un 1,7% el próximo año.
Concretamente, el artículo de la ley establece la mínima en 960,60 euros mensuales y la máxima en 4.139,40 euros.
Planes de pensiones
Los Presupuestos Generales del Estado del pasado año ya significaron una rebaja a la cantidad máxima que podrían desgravar quienes tuvieran un plan de pensiones, pasando de 8.000 a 2.000 euros.
En los PGE del año 2022, esta cantidad pretende descender hasta los 1.500 euros. Mientras, las aportaciones máximas a los planes de empresa con derecho a deducción subirán 500 euros, hasta los 8.500.
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