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¿Qué hay que tener en cuenta para ser autónomo freelance?

El universo del autónomo freelance ha aumentado exponencialmente en los últimos años. ¿Qué es necesario para convertirte en uno de ellos?

La figura del autónomo freelance ha aumentado un 40% en los últimos ocho años. La creciente, y cada vez más necesaria, digitalización ha provocado esta tendencia. Además, este nuevo modelo de empleo otorga una mayor flexibilidad laboral.

Actualmente, el mundo laboral está cambiando en todas sus esferas. Tras la pandemia del coronavirus están apareciendo más modelos de negocio. Además, las oportunidades para trabajar en España como freelance son cada vez más numerosas. Pero, ¿qué necesitas saber para convertirte en uno de ellos?

¿Qué es ser un autónomo freelance?

El término freelance cada vez es más usado en nuestra sociedad. Sirve para hacer referencia a un trabajador por cuenta propia que ofrece una serie de servicios o bien a empresas o, directamente, a consumidores. Éstos están relacionados con el mundo digital, la tecnología y la formación. Además, suelen aportar una visión más flexible del negocio.

A día de hoy, hay diferencia en el tipo de actividades que realizan los freelance de los autónomos. Sin embargo, a nivel administrativo y legal sí que son equiparables.

¿Qué ventajas tiene ser autónomo freelance en España?

Ser freelance es nuestro país tiene numerosas ventajas:

  • En estos momentos, existe una gran demanda de trabajadores freelance en España. Las diferentes oportunidades laborales hacen que las empresas busquen a profesionales externos para sus proyectos. Normalmente, al contar con ellos y ser independientes, se suelen llevar a cabo servicios ágiles, flexibles y muy específicos.
  • El abanico de posibilidades de colaboración es muy amplio. Gracias a las nuevas tecnologías no importa la distancia. La comunicación siempre está presente entre los profesionales de todo el mundo.
  • También, cuentan con diferentes ventajas fiscales. En España, cuando un autónomo se da de alta por primera vez, se beneficia de algunos incentivos muy favorables para que su idea o proyecto pueda emprender el rumbo. En primer lugar, tiene la reducción de la cuota. Básicamente, es como una tarifa plana durante el primer año que  va aumentando progresivamente durante los próximos doce meses hasta llegar al pago estándar.
  • Además, los nuevos trabajadores por cuenta propia cuentan con una rebaja del IRPF. Éste se queda en un 7% durante el primer año en el que están dados de alta y los dos siguientes. También, pueden beneficiarse de las diferentes subvenciones que ofertan las Comunidades Autónomas.
  • La flexibilidad es otra de las grandes ventajas. Ser freelance te permite tener una mejor conciliación de vida privada y laboral y, además, gestionar mejor tus tiempos. Así mismo, puedes elegir con quién quieres trabajar y con quién no, al igual que los proyectos. En este caso, estas pequeñas decisiones suelen contribuir a una mayor satisfacción y realización laboral. 

La dificultades

Al igual que trabajar como freelance tiene sus ventajas, también cuenta con sus dificultades. 

Emprender siempre implica hacer frente a situaciones difíciles de sortear y afrontar. Una de ellas en la completa independencia del autónomo, lo que conlleva a tener que hacer frente tú solo a los diferentes retos que se te presentan. Esto suele ocasionar algunos baches y vaivenes anímicos.

Por otro lado, la inestabilidad y la búsqueda de clientes suelen estar a la orden del día en este mundo. Al no tener un salario fijo todos los meses, es necesario estar en constante movimiento y búsqueda de proyectos. 

Este último punto también implica una mayor vulnerabilidad de impagos y clientes tóxicos. Es importante saber negociar y ser asertivo.

Trámites para poder trabajar como freelance en España

Obviamente, es necesario cumplir con una serie de trámites administrativos para poder comenzar a factura como freelance en nuestro país.

Primero, debes declarar tu actividad en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE). Por otro lado, tienes que darte de alta en el Régimen de Trabajadores Autónomos (RETA).

Por último, si vas a facturar a empresas europeas, también has de registrarte en el Registro de Operaciones Intercomunitarias (ROI). 

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