La lucha contra el cambio climático es inminente. Por ello, es necesario que todas las pymes incluyan criterios sostenibles en su actividad.

El ‘movimiento verde’ es un hecho. Actualmente, estamos en una carrera contrarreloj contra el cambio climático para no acrecentar, aún más, sus consecuencias. Es urgentemente necesario un cambio radical en todas las actividades que conforman nuestro día a día. Por este motivo, las pymes han de impulsar, también, ciertos criterios sostenibles.

Normalmente, todas las miradas se suelen dirigir a las grandes multinacionales como líderes en este camino hacia la sostenibilidad. Esto ocurre porque existe una imagen global de que son las únicas que cuentan con los recursos necesarios para llevar a cabo ese cambio. Sin embargo, no es verdad. Los objetivos marcados en la Agenda de la Sostenibilidad 2030, han de ser cumplidos y fomentados también por las pymes. El cambio más importante siempre nace en nosotros mismos.

Las pequeñas y medianas empresas suponen el 98% de todo el ecosistema empresarial español. Cabe recordar que España es el país con más pymes respecto a su población. Por este motivo, su gestión medioambiental será fundamental durante los próximos años.

¿Cómo llevar a cabo dichos cambios?

Uno de los puntos clave dentro de esta transformación, por parte de las pymes, es la fabricación de productos más duraderos que puedan remanufacturarse. En otras palabras, se pretende conseguir que tanto los materiales, como los componentes, como los productos, en sí, se mantengan en el ciclo de vida el mayor tiempo posible. Además, también se quiere preservar su máximo valor durante todo este proceso.

Otra de las estrategias propuestas es la «servitización». Este nuevo término quiere decir que se quiere cambiar el modelo de negocio. Ya no se pretende llevar a cabo la venta de un producto, sino la prestación de un servicio. Uno de los campos más demandados con esto es el energético. Se va a ofrecer la gestión de la energía, incluyendo el mantenimiento, así como, la instalación. Gracias a una app se promoverá el ahorro y las acciones de responsabilidad con el medioambiente. 

La huella ambiental

El paso más importante que han de dar las pymes y sus trabajadores es el comienzo de la medición de su huella ambiental. Es decir, cómo sus actividades afectan al planeta. 

Gracias a esta identificación, será mucho más fácil poder ofrecer soluciones alternativas para que disminuya el impacto sobre los ecosistemas. Muchas multinacionales, ya han tomado decisiones al respecto.

Es el caso de la cadena de hoteles Iberostar. Desde hace unos años, no añaden en sus menús pescados que estén bajo la amenaza de peligro de extinción. Además, ofrecen garantías de que dicho alimento se ha obtenido cumpliendo todos los requisitos legales.

Otras compañías, por ejemplo, se han decantado por el ecodiseño. Más allá de mensajes y energías renovables, se promueve que sus clientes lleven a cabo comportamiento responsables. Una de las maneras más utilizadas es a través de promociones y campañas, donde se premian todas aquellas acciones sostenibles de sus usuarios. 

El cambio climático no es sólo una responsabilidad organizacional. También lo es social.