Hace un año que la sentencia de la Audiencia Nacional imponía a las empresas, realizar un registro en el que se introdujeran todas las horas extras realizadas por los trabajadores, teniendo en cuenta que se llevaran a cabo tanto dentro como fuera de la compañía, por lo que durante todo este año, se han llevado a cabo un gran número de inspecciones de trabajo para comprobar si las empresas estaban contabilizando correctamente las horas extras de trabajo de sus empleados. Para esto, el dueño de la empresa debe contar con un documento donde figure toda esta información y además, deberá guardar este documento con la contabilidad de las horas, al menos durante cuatro años.

La empresas que no dispongan de este informe recibirán una multa económica, que no dependerá del tamaño de la empresa, sino del volumen de la infracción cometida.

Así, las inspecciones de trabajo se han centrado en realizar controles en las pymes que cuentan con menos de 50 trabajadores, para diagnosticar el estado del mayor foco productivo empresarial del país. Gracias a esto, se prevé que antes de finalizar el 2016, se habrán realizado unas 5.598 inspecciones, llevadas a cabo en su gran mayoría en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid.

Las industrias que más exámenes están recibiendo son aquellas dedicadas a la reparación de vehículos, servicios sociales y sanidad, actividades financieras y de seguros y la industria manufacturera, ya que se presentan como las más irregulares en cuanto a la contabilidad de las horas extras.

Aún así, Montse Rodríguez, la directora nacional del área laboral de BDO, afirma que aun «no hay un criterio claro de inspección», ya que la circular emitida por el Ministerio de Empleo no especifica como deberán las empresas llevar a cabo este informe para cuantificar las horas y todavía existen varias lagunas en el plan de elaboración.

Entre estos inconvenientes, las compañías más perjudicadas son las pequeñas, especialmente por el coste: «Los sistemas de fichajes tradicionales son costosos y obligan a las empresas a realizar una inversión en infraestructura». Además, estas herramientas miden «presencia y no actividad real», afirma Pons el consejero delegado de WorkMeter (empresa dedicada a la productividad de los empleados).

El incumplimiento del pago de las horas extras no sólo perjudica a las pequeñas empresas, sino que también afecta negativamente a las arcas públicas, ya que aproximadamente son unos seis millones de horas extras a la semana las que no se cotizan en España, suponiendo esto, millones de euros que ni se cobran ni se cotizan.

Por esto, el registro del control horario para garantizar los derechos laborales se presenta como una buena medida para acabar con las horas extras sin cotizar, y ya se han visto beneficios según el INE, con un 22% menos de horas no pagadas.

Con estas medidas se pretende regularizar la situación laboral del país, y que todos aquellos trabajadores que realicen más horas de las permitidas en su contrato, vean reflejado en su nómina, el ingreso de las horas trabajadas a mayores.