El elevado coste de la cuota de autónomos dispara el trabajo a través de cooperativas de facturación

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En el caso de un periodista que en la actualidad suele ser contratado por medios de comunicación para escribir algún artículo puntual, o hacer trabajos esporádicos semanales o mensuales, no le merece la pena darse de alta como autónomo ya que el coste que pagaría sería demasiado elevado teniendo en cuenta su nivel de ingresos por estos esporádicos trabajos.

Y es que no sólo debería pagar la cuota de autónomos sino también tendrá que pagar el IVA cada tres meses, por lo que sus ingresos irregulares la arruinarían, de ahí que gente que se encuentra en este tipo de situaciones, en vez de trabajar en negro, de una forma ilegal, recurra una fórmula de negocio que está creciendo con fuerza y que cada vez cuenta con más adeptos en toda España sobre todo entre los profesionales más jóvenes. El problema es que esta fórmula está en el límite de la legalidad y ahora el Ministerio de Empleo la está investigando.

El trabajador se registra como socio de la cooperativa pagando la inscripción y realizando un pequeño depósito que oscila entre los 60 y los 80 €. DXesde este momento, es la propia plataforma la que emite la factura en nombre del profesional, cobrando a cambio una pequeña cuota mensual, en torno a un 6% en gastos de gestión, un 2% de IRPF, un 10% de Impuesto de Sociedades y las cotizaciones correspondientes en el Régimen General. Las ventajas para el profesional son claras: no tiene que afrontar los costes que conlleva cotizar por ser autónomo y está dado de alta en la Seguridad Social.

En toda España, pero hay datos que indican que sobre todo en Castellón está proliferando el trabajo de este modo según datos que se aportan desde Fevecta (Federación Valenciana de Cooperativas de Trabajo Asociado) que lleva más de un año observando la evolución de este tipo de trabajo.

El presidente de Fevecta, Emilio Sampedro asegura que «son muchas las personas que nos llaman a diario interesándose por las posibilidades de las llamadas cooperativas de facturación, una opción que ha proliferado en los últimos años y que se publicita como válida, legal y ventajosa para profesionales freelance o autónomos.

El problema que existe con estas cooperativas de facturación es que «no siempre saben que no son socios de una cooperativa, como tampoco conocen las obligaciones y derechos que de ello se derivan», ya que las cooperativas de facturación no son lo mismo que las cooperativas de trabajo asociado, ya que la diferencia es que «el objeto social de una cooperativa de trabajo es proporcionar empleo a sus socios y a sus trabajadores en las mejores condiciones posibles. Las de facturación, en cambio, no pretenden generar trabajo a sus socios, ya que cada uno de los profesionales que se asocia aporta ya sus clientes» aseguran desde Fevecta.

La proliferación de este tipo de trabajadores que trabajan a través de una cooperativa de facturación ha hecho que se proceda a realizar una investigación para contrastar la legalidad de estas cooperativas, analizando si suponen un perjuicio real para la Seguridad Social.

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