Portada » Actualidad » España se queda atrás: Bruselas activa la “vigilancia intensiva” por el estancamiento de la renta real mientras Europa avanza

España se queda atrás: Bruselas activa la “vigilancia intensiva” por el estancamiento de la renta real mientras Europa avanza

Eurostat confirma que España ha sido, junto con Grecia e Italia, uno de los países con mayor estancamiento en renta real en los últimos 20 años.

Y Bruselas pide explicaciones: productividad estancada, paro estructural, insuficiente inversión y un modelo productivo excesivamente dependiente de sectores de bajo valor añadido.

Bruselas ha dado un toque de atención que España no puede ignorar.

La Comisión Europea ha incluido a nuestro país en la lista de Estados “bajo vigilancia reforzada” por su incapacidad continuada para acercarse al nivel de ingresos reales per cápita de la media europea.

No se trata de un aviso simbólico: es una señal técnica y política que refleja un problema estructural arrastrado desde hace más de una década.

Mientras la economía española presume de crecimiento macroeconómico, de creación de empleo y de avances en estabilidad presupuestaria, los datos que analizan el progreso real de los ciudadanos —los ingresos disponibles ajustados por inflación— cuentan una historia completamente distinta: España no ha logrado alcanzar ni un solo año desde 2010 la media europea de ingresos reales por habitante, pese a momentos de fuerte expansión económica y recuperación tras la pandemia.

 

El diagnóstico es claro: España crece, pero los españoles no crecen al mismo ritmo. Estancamiento de la renta real 

Y esa brecha preocupa —y mucho— a Europa.

Qué significa estar “bajo vigilancia” para Bruselas

La Comisión Europea publica cada año sus informes del “Mecanismo de Alerta”, que identifican desequilibrios económicos en los Estados miembros.

Ser incluido en la lista de vigilancia implica que el país:

  • No avanza al ritmo adecuado en convergencia con la UE.
  • Presenta debilidades estructurales persistentes.
  • No transforma crecimiento macro en bienestar real.
  • Atraviesa dinámicas preocupantes que pueden afectar al conjunto de la Eurozona.

España entra en ese grupo por una razón clara: lleva 15 años sin converger en ingresos reales per cápita, un indicador clave para medir el nivel de vida.

Bruselas lo resume así:

“España mejora, pero nunca lo suficiente. Su ingreso real continúa sistemáticamente por debajo de la media europea”.

Esto no es una apreciación coyuntural: es una constatación técnica respaldada por Eurostat, FMI, OCDE y S&P Global.

 

El dato clave: España crece… pero menos que los demás. Estancamiento de la renta real 

Según Eurostat, el ingreso real per cápita en España solo ha aumentado alrededor del 11% en 20 años, muy lejos de:

  • 90% o más en Polonia, Rumanía, Lituania o Malta.
  • 22% en la media de la Unión Europea.
  • 20% en Portugal, pese a haber sido rescatada en 2011.

Ni en los años de mayor bonanza (2016-2017) ni en la recuperación post-pandemia, España ha logrado igualar siquiera la media europea.

Siempre crecemos por debajo de los demás.

Conclusión: Europa avanza rápido; España, demasiado lento.

 

La trampa del ingreso real: por qué del estancamiento de la renta real

El ingreso real per cápita tiene una particularidad: incluye impuestos, contribuciones sociales y bienes y servicios públicos, y se ajusta por inflación.

Es el mejor termómetro del poder adquisitivo real.

España no progresa en este indicador por varias razones:

 

Productividad crónicamente baja

La productividad por hora trabajada lleva estancada más de una década.

Los servicios de bajo valor añadido —hostelería, comercio, turismo— representan más del 70% del empleo.

Informes del Instituto de Estudios Económicos y de la OCDE coinciden:

“España es uno de los países con menor crecimiento de productividad desde 2000.”

Sin productividad, no hay salarios reales que suban.

 

Paro estructural más alto de Europa

España es, desde hace más de 20 años, campeona europea del paro.

Hoy sigue siendo el único país con doble dígito.

S&P Global no prevé que España baje del 10% antes de 2028.

Más paro = más subsidios = menos renta real por habitante.

 

Exceso de temporalidad y rotación

España sigue duplicando la media europea en temporalidad.

Menos estabilidad implica salarios más bajos y dificultad para progresar profesionalmente.

 

Débil inversión en sectores tecnológicos

Mientras Europa impulsa industrias digitales, energías limpias o manufactura avanzada, España continúa apoyándose en actividades intensivas en mano de obra de baja cualificación.

 

Fiscalidad elevada en trabajo y empresa

España tiene una de las cuñas fiscales sobre el empleo más altas de la OCDE (40,6%, frente al 34,9% de media).

Y empresas y autónomos soportan una carga fiscal mayor que la de la mayoría de economías comparables.

Esto penaliza la creación de empleo estable y de calidad.

 

Comparación europea: dónde estamos realmente. Estancamiento de la renta real 

A efectos de ingresos reales por persona, España no se encuentra en el grupo de los países avanzados de Europa, sino en un escalón por debajo.

No estamos entre los 20 primeros.

En términos de renta disponible ajustada por poder adquisitivo, España se sitúa por detrás de:

  • Francia
  • Alemania
  • Bélgica
  • Países Bajos
  • Austria
  • Irlanda
  • Dinamarca
  • Suecia
  • Finlandia
  • Malta
  • Lituania
  • Estonia
  • Chequia

Y muy cerca de Portugal, pese a su pasado reciente de crisis profunda.

 

La paradoja española: crecimiento macro sin prosperidad micro. Estancamiento de la renta real 

Durante años, los gobiernos han presumido de crecimiento económico por encima de la media europea.

Sin embargo, ese crecimiento no ha llegado a los bolsillos de los ciudadanos.

¿Por qué? Porque …

  • nuestro modelo productivo crece creando empleo… de baja remuneración.
  • los salarios no suben al ritmo necesario.
  • la inflación ha erosionado las mejoras nominales.
  • el empleo estable y de alta cualificación sigue siendo insuficiente.
  • la presión fiscal sobre rentas medias y bajas ha crecido.
  • la productividad no avanza y limita el salario real.

El resultado es claro:

Crecemos, pero no enriquecemos.

 

¿Qué papel tiene la política económica reciente?

Bruselas señala que la falta de convergencia no puede explicarse solo por la crisis financiera o la pandemia.

España ya partía retrasada antes de 2008, y desde entonces: NO ha…..

  • reformado su estructura productiva.
  • reducido su tasa de paro estructural.
  • avanzado en digitalización industrial al ritmo europeo.
  • impulsado incentivos claros para mejorar productividad.

Y ha incrementado la carga regulatoria y fiscal sobre trabajadores y pymes.

 

La Comisión Europea pone especial énfasis en:

  • La “rigidez” del mercado laboral.
  • La falta de escalabilidad empresarial.
  • El tamaño reducido de la mayoría de compañías (el 94% tienen menos de 10 empleados).
  • La baja inversión en I+D.
  • La excesiva dependencia de sectores estacionales.

 

Consecuencias para ciudadanos, autónomos y pymes

a) Los ciudadanos ven su poder adquisitivo estancado

El salario real (descontando inflación) está en niveles similares a los de 2008.

Dos generaciones han entrado al mercado laboral sin mejora efectiva.

 

b) Los autónomos viven en “el filo del margen”

Alta fiscalidad, inflación, cotizaciones crecientes y baja demanda dejan al trabajador por cuenta propia en la cuerda floja.

 

c) Las pymes no crecen

  • Sin productividad, no crean empleo estable.
  • Sin empleo estable, no sube la renta real.
  • Sin renta real, no mejora la demanda.

Círculo vicioso.

 

Qué propone Bruselas (y qué no) para solucionar el estancamiento de la renta real 

La Comisión Europea no plantea sanciones ni medidas de ajuste, pero sí exige:

  • Reformas profundas para elevar productividad.
  • Reducción del desempleo estructural.
  • Mayor inversión en sectores de alto valor.
  • Estímulos a la innovación y al crecimiento empresarial.
  • Una fiscalidad que no penalice el empleo.
  • Revisión del gasto público improductivo.

 

En resumen:

Producir más y mejor, no solo trabajar más.

 

Conclusión crítica: España no puede seguir viviendo del “crecemos pero no convergemos”

La inclusión de España en la lista de vigilancia no es un tecnicismo burocrático: es una señal de emergencia económica.

No de hoy. De 20 años.

España lleva dos décadas atrapada en un modelo que crea empleo, sí, pero empleo que no genera prosperidad.

Somos campeones del paro, rezagados en productividad, lentos en innovación y dependientes de sectores que aportan poco valor añadido.

Y este patrón tiene un precio:

los españoles no se están enriqueciendo al ritmo europeo.

Europa avanza.

El Este despega.

Portugal nos alcanza.

España, mientras tanto, sigue celebrando un crecimiento que no llega al bolsillo del ciudadano.

Si no se acometen reformas profundas —productividad, inversión, innovación, fiscalidad razonable, digitalización empresarial y mercado laboral eficiente— España seguirá creciendo… por debajo de todos los demás.

Y en economía europea, quien no converge, retrocede.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ÚLTIMOS ARTÍCULOS

EN PORTADA

Mundo Emprende
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.