El impacto económico de la COVID-19 en las pymes españolas

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Tras la pandemia, las pequeñas y medianas empresas han sufrido una crisis económica que ha afectado al mercado laboral, las ventas y a algunos otros factores

En España, el mayor impacto de la crisis económica causada por la pandemia ha tenido lugar en la pymes -pequeñas y medianas empresas-. En especial, las más afectadas han sido las microempresas con menos de diez años de vida.

El CGE -Consejo General de Economistas de España- y FAEDPYME -Fundación para el Análisis Estratégico y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa-, junto con la Cámara de Comercio en España, han elaborado el informe ‘Impacto económico de la COVID-19 sobre la pyme en España. 

Así pues, en el informe, teniendo en cuenta que las pymes en España son las propulsoras de la economía España, se informa de los efectos económicos que han sufrido este tipo de empresas con la llegada de la pandemia. Entre los datos disponibles que aparecen en el informen, se muestra la situación actual de la muestra de empresas, y los objetivos planteados para el futuro.

El mercado laboral

En lo que se refiere al empleo, el análisis del impacto de la crisis se ha llevado a cabo comparando el mercado laboral en 2019 y 2020.

De la comparación, se puede observar que un 25,2% de la pymes redujo el empleo, un 62,5% lo mantuvo, y únicamente un 12,5% lo aumentó. El mayor impacto en el empleo se ha vivido en las microempresas y en las pequeñas empresas.

Por otro lado, también se han tenido en cuenta los ERTE/ERE en el análisis de la evolución del empleo. Es por eso por lo que, las empresas que se han acogido a un ERTE o ERE, por lo general, han presentado una evolución negativa.

Los sectores más afectados en lo referido al empleo han sido el sector de los servicios, junto con el sector del comercio, construcción y pymes industriales.

Los ingresos de las empresas durante la pandemia

Otros de los factores a analizar en el impacto económico de la COVID-19 ha sido el número de ventas realizadas durante la crisis.

En este contexto, en 2020, un 52,6% de la pymes tuvo una limitación de sus ventas, un 26,1% las mantuvo y un 21,3% las incrementó. Al igual que en el empleo, las empresas más perjudicadas fueron las microempresas, y por lo general, las que tuvieron que acogerse a un ERTE o ERE.

En cuanto a la antigüedad de las empresas, no ha tenido consecuencias negativas en la baja de los ingresos, pero si el sector: los más afectados han sido la industria y el sector de los servicios.

Otros indicadores

Tal y como refleja el Informe, el impacto de la crisis provocado por la pandemia se puede observar en otros factores económicos y financieros.

Por ejemplo, en lo que respecta al nivel de facturación y rentabilidad, la evolución ha sido negativa. El 64,3% de las pymes han bajado su facturación, mientras que 62,2% su rentabilidad.

Por otro lado, también se han considerado los indicadores de deuda y liquidez. El nivel de deuda negativo se encuentra en un 41,4%, y el de liquidez en un 44,9%. Así pues, un 49,9% de las pymes han tenido que reducir considerablemente las inversiones.

Teniendo en cuenta estos otros indicadores, las microempresas con menos de diez años de antigüedad, que se encuentran en el sector industrial y de servicios, y han tenido la necesidad de recurrir a un ERTE o ERE, han sido las mayores afectadas.

Sin embargo, hay un pequeño porcentaje de empresas con resultados positivos. Un 18,6% de las empresas han visto efectos positivos en la productividad, un 17,6% mejoró la rentabilidad, y por último, un 16,3% incrementó la facturación. 

¿Cuáles son las expectativas para 2021?

Para este año, las expectativas son positivas, aunque un tanto moderadas. En lo que le respecta al empleo, la tendencia será favorable, siendo las microempresas y pequeñas empresas las más optimistas. Sin embargo, las empresas que tuvieron necesidad de ERTE, son más pesimistas, ya que es posible que tengan que reducir los puntos de trabajo.

En función de los sector, quienes aguardan unas expectativas más favorables en cuanto el empleo, son el sector de la construcción, seguido del comercio.

Las ventas futuras guardan una gran relación con las expectativas futuras del empleo. Un 25% de la empresas piensa que sus ventas aumentarán, mientras que un 22,6% creen que disminuirán.

Las empresas medianas con más de diez años de actividad y que corresponden al sector del comercio, tienen unas expectativas de ventas más optimistas.

En conclusión, las previsiones generales son positivas. «Aunque para el año 2021, lógicamente las expectativas de ventas para el segundo semestre mejoran las manifestadas para el primer semestre, estas estarían aún muy lejanas de la recuperación previa a la crisis, deberían tener más capacidad de crecimiento en función de la caída experimentada», informan los coordinadores del Informe marino y García.

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