El verano para los emprendedores puede parecer cuesta arriba, pero también es una oportunidad para parar, repensar y preparar con más fuerza lo que viene.
El verano es, para muchos emprendedores, una época de contraste. Mientras una parte del país se va de vacaciones y baja el ritmo, quienes trabajan por cuenta propia se enfrentan a un panorama desafiante: baja facturación, mismos gastos fijos y la necesidad de mantener la motivación en medio del calor y la incertidumbre.
Aunque los clientes estén menos activos y los ingresos caigan, hay obligaciones que no descansan. Hacienda, por ejemplo, sigue esperando sus pagos. Y la temida cuota de autónomos no se congela por más que el teléfono no suene o los correos tarden en llegar.
🌞 El verano para emprendedores y la baja facturación: una realidad que hay que anticipar
La baja facturación en verano es un fenómeno habitual en muchos sectores: comercio, formación, servicios profesionales, marketing, asesorías, etc. Julio y agosto pueden suponer una caída de ingresos de entre el 30 % y el 70 %, especialmente si no se cuenta con clientes internacionales o proyectos a largo plazo ya cerrados.
Aun así, hay que seguir cumpliendo con:
La cuota de autónomos, que en 2025 sigue rondando los 300 € mensuales como mínimo.
Las liquidaciones trimestrales del IVA e IRPF (modelo 303 y 130), cuyo segundo trimestre se paga a mediados de julio.
Alquileres de oficinas, seguros, herramientas digitales, suministros…
Y si no hay colchón financiero, la presión aumenta. Por eso es tan importante prepararse con antelación, diversificar los ingresos y tener una estrategia financiera para autónomos pensada también para los meses de menos actividad.
Cómo aprovechar el verano sin ingresos altos
Aunque el verano suponga una pausa en lo económico, también puede ser un momento ideal para reinventarse, revisar procesos, actualizar conocimientos y preparar la temporada alta de septiembre. Algunas ideas para emprendedores:
Rediseñar tu web o crear contenidos para el blog.
Automatizar procesos que consumen tiempo.
Revisar precios, proveedores o gastos innecesarios.
Formarte en nuevas habilidades que impulsen tu negocio.
Establecer alianzas estratégicas con otros profesionales.
Cuidar tu salud mental y física. El descanso también es parte del trabajo.
📚 Recomendación literaria: reinvéntate desde dentro
Para acompañarte en este tiempo de pausa y reflexión, te recomendamos el libro “REINVENTADA: 20 cartas sobre la reinvención en defensa propia”, de Erika de la Vega. A través de una serie de cartas íntimas y poderosas, la autora narra su propio proceso de transformación personal y profesional tras una etapa de crisis.
Este libro no solo inspira, sino que conecta con quienes están en proceso de cambio, dudas o redefinición. Es una lectura perfecta para el verano, especialmente si sientes que necesitas dar un nuevo giro a tu proyecto, tu mentalidad o tu forma de vivir el emprendimiento.
Conclusión: el verano no es el fin, es una pausa estratégica
Ser emprendedor implica navegar en todas las estaciones del año, con sus altas y sus bajas. El verano para los emprendedores puede parecer cuesta arriba, pero también es una oportunidad para parar, repensar y preparar con más fuerza lo que viene.
Porque, aunque la facturación baje, la pasión no tiene por qué hacerlo.


















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