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Aumento de las Prestaciones por Desempleo en España: Una Señal de Alerta en el Mercado Laboral

A pesar de la reducción de las cifras de desempleo en España, las prestaciones por desempleo han experimentado un notable aumento de casi el 6% en el último año.

Esta paradoja revela una creciente dependencia de los trabajadores en ayudas económicas, marcada por el aumento de despidos y la proliferación de contratos fijos discontinuos.

Estos datos alarman sobre la calidad del empleo en un contexto de aparente recuperación, generando dudas sobre la solidez del mercado laboral español tras la última reforma laboral.

 

Aumento de las Prestaciones por Desempleo en España a Pesar de la Disminución del Paro

 

Aumento en las Prestaciones

Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), aunque el paro registrado ha caído un 5,4% interanual, las prestaciones por desempleo han experimentado un aumento significativo.

En septiembre de 2024, 1,7 millones de personas estaban cobrando algún tipo de prestación, de las cuales 783.907 recibían prestaciones contributivas.

Este nivel de beneficiarios ha subido un 5,4% en el último año, una cifra que contradice la tendencia esperada en un mercado laboral que supuestamente debería estar recuperándose.

Este incremento de prestaciones pone de manifiesto una dualidad en el mercado de trabajo español: por un lado, una tasa de desempleo que se reduce lentamente, y por otro, un aumento de trabajadores despedidos y contratos discontinuos que terminan dependiendo del sistema de protección social.

 

El Impacto de los Fijos Discontinuos y los Despidos

Uno de los factores clave que explica esta contradicción es el aumento en el número de trabajadores fijos discontinuos y de personas que pierden su empleo por despido.

La reforma laboral de 2022 introdujo el contrato fijo discontinuo como una alternativa a la temporalidad, permitiendo a las empresas contratar personal de manera estable para cubrir necesidades intermitentes, como en sectores estacionales (turismo, agricultura, etc.).

Aunque este tipo de contrato ha permitido reducir la temporalidad, ha creado una paradoja en la que muchos trabajadores “indefinidos” dependen de las prestaciones por desempleo durante los periodos de inactividad.

En septiembre de 2024, el número de trabajadores fijos discontinuos en situación de inactividad alcanzó los 90.370, un 4,2% más que el año anterior.

Aunque estos empleados tienen una relación laboral activa, pueden cobrar una prestación contributiva durante los meses en que no trabajan, lo que distorsiona las cifras de cobertura del desempleo.

Esta situación ha llevado a que en regiones como Baleares, la tasa de cobertura por desempleo supere el 140%, una cifra que solo puede explicarse por la alta estacionalidad de su mercado laboral y la dependencia de los fijos discontinuos en el sector turístico.

Además, los despidos individuales y colectivos han experimentado un crecimiento considerable, impulsando aún más el aumento de los beneficiarios de prestaciones.

En comparación con 2019, los despidos han aumentado un 42%, alcanzando los 328.489 casos en septiembre de 2024, una cifra que representa el 41,9% de las personas que están recibiendo una prestación.

 

La Reforma Laboral y su Efecto en la Calidad del Empleo

La reforma laboral de 2022 se diseñó para reducir la temporalidad y aumentar la estabilidad laboral, pero los resultados han sido mixtos.

Aunque el uso de contratos temporales ha disminuido, la transición hacia contratos fijos discontinuos y la persistencia de los despidos han mantenido alta la dependencia de las prestaciones.

Este fenómeno muestra que, aunque el desempleo parece haber disminuido, una parte significativa de los trabajadores está en situación de vulnerabilidad y no cuenta con ingresos estables a lo largo del año.

La tendencia actual recuerda a la situación vivida en 2019, cuando la disminución del paro coincidió con un aumento en las prestaciones, en gran parte debido a la temporalidad.

Sin embargo, en la actualidad, incluso con más contratos indefinidos, la situación no ha mejorado sustancialmente, lo que sugiere que la reforma laboral no ha alcanzado plenamente su objetivo de mejorar la calidad del empleo.

 

Incremento del Coste Medio de las Prestaciones y Aumento de las Prestaciones por Desempleo en España

El coste medio de la prestación por desempleo también ha aumentado en los últimos años.

En septiembre de 2019, la prestación media era de 27,55 euros por día, mientras que en 2024 ha subido a 32,96 euros.

Este aumento no se debe necesariamente a una mejora en los salarios, sino a una medida aprobada por el Gobierno en 2022, que eliminó el recorte en la base de cotización de las prestaciones a partir del sexto mes, pasando del 50% al 60%.

Este cambio ha elevado el coste de la prestación para el Estado, pero no implica necesariamente que los empleos previos de estos trabajadores hayan sido de mayor calidad o con mejores salarios.

 

El Riesgo de Enquistamiento del Paro de Larga Duración

Otra de las preocupaciones es el aumento de beneficiarios del paro de larga duración, especialmente entre mayores de 55 años.

El SEPE ha señalado que la mayoría de los trabajadores de esta franja de edad que cobran prestaciones asistenciales suelen depender de estas ayudas hasta que alcanzan la jubilación.

Este fenómeno refleja la dificultad de reintegrar a estos trabajadores en el mercado laboral y la persistencia de un núcleo de desempleo de larga duración que representa un desafío para el sistema de protección social.

 

Conclusión Aumento de las Prestaciones por Desempleo en España: Una Señal de Alerta en el Mercado Laboral

Una Dependencia Preocupante de las Prestaciones

El aumento de las prestaciones por desempleo, a pesar de la disminución del paro registrado, pone de manifiesto las limitaciones de la reforma laboral y la calidad del empleo en España.

Aunque la reducción de la temporalidad es un avance, la transición hacia contratos fijos discontinuos y el aumento de los despidos individuales han generado una nueva forma de precariedad, en la que muchos trabajadores dependen de las prestaciones en periodos de inactividad.

Este fenómeno plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del sistema de protección social a largo plazo y la capacidad de España para ofrecer empleos de calidad y estabilidad.

Para reducir la dependencia de las prestaciones y mejorar la calidad del empleo, es fundamental que el Gobierno reevalúe las políticas laborales, fomente sectores de alto valor añadido y ofrezca incentivos para crear empleos estables y bien remunerados.

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