Recientes análisis del mercado laboral revelan que el desempleo real en España ha superado la barrera de los cuatro millones de personas.
Esta cifra contrasta con los datos oficiales que reportan 2.593.449 desempleados registrados en febrero de 2025, la cifra más baja en un mes de febrero desde 2008.
La discrepancia se atribuye, en gran medida, a la inclusión de trabajadores con contratos fijos discontinuos que, aunque figuran como empleados en las estadísticas, se encuentran sin trabajo durante periodos significativos del año.
El desempleo real en España supera los cuatro millones
Contratos fijos discontinuos: definición y contexto
El contrato fijo discontinuo está diseñado para actividades que no se desarrollan de manera continua, sino en periodos específicos del año, como ocurre en sectores estacionales.
A diferencia de los contratos temporales, esta modalidad establece una relación laboral indefinida, aunque intermitente, garantizando al trabajador su reincorporación en cada ciclo de actividad de la empresa.
La reforma laboral de 2022 promovió el uso de este tipo de contratos con el objetivo de reducir la temporalidad y fomentar la estabilidad laboral.
Sin embargo, esta medida ha generado debates sobre su efectividad y sobre cómo afecta a la representación real de las cifras de empleo y desempleo en el país.
Discrepancias en las cifras de desempleo, El desempleo real en España supera los cuatro millones
Según datos oficiales, el número de desempleados en febrero de 2025 se situó en 2.593.449 personas, la cifra más baja para un mes de febrero desde 2008.
No obstante, informes independientes señalan que el desempleo real supera los cuatro millones de personas cuando se incluyen colectivos que no aparecen en las estadísticas oficiales, como los trabajadores con contratos fijos discontinuos en periodos de inactividad.
El sindicato Unión Sindical Obrera (USO) ha destacado que, además de los desempleados registrados, existen 372.549 personas con «disposición limitada», 200.532 «no ocupados (en formación)/TEASS» y 859.000 «registrados con relación laboral inactiva» (fijos discontinuos y trabajadores en ERTE).
Sumando estos grupos, el total de parados reales ascendería a 4.025.530 personas.
Impacto de los contratos fijos discontinuos en las estadísticas laborales, El desempleo real en España supera los cuatro millones
La proliferación de contratos fijos discontinuos ha generado críticas debido a su influencia en las estadísticas oficiales de empleo.
Al figurar como empleados, aunque se encuentren en periodos de inactividad sin percibir salario ni realizar labores, estos trabajadores no se contabilizan como desempleados, lo que podría ofrecer una imagen distorsionada del mercado laboral.
Esta situación plantea interrogantes sobre la transparencia y precisión de las cifras de desempleo publicadas oficialmente, ya que una parte significativa de la fuerza laboral podría estar inactiva sin reflejarse en las estadísticas de paro.
Reacciones y debates en el ámbito laboral
La controversia en torno a los contratos fijos discontinuos y su impacto en las estadísticas de desempleo ha suscitado diversas reacciones:
- Sindicatos: Organizaciones como USO han denunciado el «maquillaje estadístico» que supone no contabilizar a los fijos discontinuos inactivos como desempleados, argumentando que esta práctica oculta la realidad del mercado laboral.
- Empresas: Algunas empresas defienden el uso de contratos fijos discontinuos como una herramienta para adaptarse a las necesidades estacionales de ciertos sectores, garantizando una relación laboral estable aunque intermitente.
- Gobierno: Las autoridades laborales han promovido esta modalidad contractual para reducir la temporalidad y aumentar la estabilidad en el empleo, aunque enfrentan críticas por la falta de transparencia en la presentación de las cifras de desempleo.
Comparativa con otros países europeos
España continúa siendo uno de los países de la Unión Europea con mayores tasas de desempleo.
Mientras que las estadísticas oficiales reportan una tasa de paro del 10,6% en el cuarto trimestre de 2024, la inclusión de los colectivos no contabilizados podría elevar esta tasa significativamente.
Esta situación contrasta con la de otros países europeos donde las tasas de desempleo son más bajas y las modalidades contractuales difieren, lo que plantea la necesidad de revisar las políticas laborales para mejorar la calidad y estabilidad del empleo en España.
Implicaciones para los trabajadores con contratos fijos discontinuos
Los trabajadores con contratos fijos discontinuos enfrentan desafíos particulares:
- Incertidumbre laboral: Aunque cuentan con una relación laboral indefinida, los periodos de inactividad pueden generar inseguridad económica y dificultades para planificar a largo plazo.
- Acceso a prestaciones: Durante los periodos de inactividad, estos trabajadores pueden acceder a prestaciones por desempleo, pero la duración y cuantía de las mismas dependen de las cotizaciones acumuladas, lo que puede ser insuficiente para cubrir sus necesidades.
- Formación y desarrollo profesional: La intermitencia en el empleo puede limitar las oportunidades de formación continua y desarrollo profesional, afectando la empleabilidad a largo plazo.
Propuestas para mejorar la situación laboral
El mercado laboral español enfrenta desafíos estructurales que requieren reformas profundas para garantizar estabilidad y oportunidades reales de empleo. Entre las posibles soluciones destacan:
Mayor transparencia en los datos de empleo, El desempleo real en España supera los cuatro millones
Uno de los principales problemas actuales es la falta de claridad en la presentación de las cifras de empleo y desempleo.
Es necesario que el Gobierno y las administraciones públicas ofrezcan datos desglosados sobre los fijos discontinuos en inactividad, para que se refleje con mayor precisión la realidad del mercado laboral.
Esto evitaría la distorsión de las estadísticas y facilitaría la toma de decisiones basada en información más realista.
Revisión del contrato fijo discontinuo
Aunque este tipo de contrato ofrece estabilidad relativa a los trabajadores estacionales, su uso indiscriminado está generando una precarización encubierta del empleo.
Se deberían establecer criterios más estrictos para su aplicación, así como garantizar que los trabajadores en inactividad tengan acceso a formación y prestaciones adecuadas para evitar períodos prolongados sin ingresos.
Reformas en las políticas activas de empleo
Las políticas de empleo en España han demostrado ser ineficientes en la reinserción laboral de los parados.
Se requiere una mayor inversión en formación y reciclaje profesional, adaptando los programas a las necesidades reales del mercado.
Esto incluye promover habilidades digitales, fomentar la formación en sectores emergentes y mejorar la orientación laboral personalizada.
Reducción de la burocracia para los autónomos y pymes
Las pequeñas y medianas empresas, junto con los autónomos, son los principales generadores de empleo en España.
Sin embargo, la carga fiscal y burocrática sigue siendo un obstáculo para la contratación.
Medidas como la reducción de las cotizaciones sociales, la simplificación de trámites administrativos y mayores incentivos fiscales podrían impulsar la generación de empleo estable.
Fomento del empleo en sectores estratégicos
Sectores como la tecnología, la energía renovable, la industria 4.0 y la investigación científica tienen un enorme potencial para generar empleo de calidad en España.
Sin embargo, requieren políticas de apoyo más ambiciosas, con incentivos para la inversión, la contratación y la formación especializada en estos ámbitos.
Conclusión El desempleo real en España supera los cuatro millones: el impacto de los contratos fijos discontinuos en las estadísticas laborales
El aumento del desempleo real en España, impulsado por el uso masivo de contratos fijos discontinuos, pone de manifiesto las carencias estructurales del mercado laboral.
A pesar de que las cifras oficiales intentan presentar un panorama optimista, la realidad es que más de cuatro millones de personas en el país se encuentran en una situación de precariedad o desempleo encubierto.
El modelo actual de contratación no solo genera incertidumbre para miles de trabajadores, sino que también dificulta la planificación financiera y la estabilidad de las familias.
La necesidad de reformar el sistema es urgente, tanto en términos de transparencia estadística como en la implementación de políticas de empleo más eficaces.
España no puede permitirse seguir maquillando los datos mientras miles de ciudadanos sufren las consecuencias de una política laboral que favorece la temporalidad y la inestabilidad.
Es momento de abordar las reformas necesarias para garantizar un mercado laboral más justo, competitivo y adaptado a las necesidades del siglo XXI.
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