Los nuevos autónomos se quedan fuera de las ayudas por la DANA, la letra pequeña y un requisito escondido.
El reciente Real Decreto 7/2024, aprobado por el Gobierno para ofrecer ayudas directas a autónomos y empresas afectados por la DANA, incluye un nuevo requisito que ha causado sorpresa e indignación entre los nuevos emprendedores.
La normativa excluye a aquellos autónomos que iniciaron su actividad en 2024, dejándolos fuera de las subvenciones de hasta 5.000 euros.
Este cambio en las condiciones ha sido calificado como una “carencia encubierta” por expertos jurídicos y asociaciones como ATA, y refleja la falta de sensibilidad hacia los emprendedores que apenas han comenzado a amortizar sus inversiones.
Nuevos Autónomos, Fuera de las Ayudas por la DANA
El Nuevo Requisito del Real Decreto y su Impacto en los Autónomos
El Gobierno introdujo un nuevo requisito en el Real Decreto que regula las ayudas para afectados por la DANA: los autónomos deben haber presentado las autoliquidaciones del IRPF correspondientes a 2023 para poder acceder a las subvenciones.
Esto significa que aquellos que comenzaron su actividad en 2024, y por ende no tienen obligaciones fiscales previas, quedan automáticamente excluidos de estas ayudas.
El cambio en el apartado 2 del artículo 11 del decreto ha sido ampliamente criticado, ya que afecta a un grupo especialmente vulnerable de trabajadores autónomos que apenas han comenzado a establecer sus negocios y que no han tenido tiempo suficiente para amortizar sus inversiones iniciales.
“No se entiende por qué estos autónomos no tienen derecho a ayudas, cuando lo relevante debería ser que estuvieran operando antes de la DANA y no el año en que iniciaron su actividad”, denunció José Carlos Piñero, director jurídico de ATA.
Condiciones Adicionales que Restrigen el Acceso a las Ayudas, los Nuevos Autónomos se quedan Fuera de las Ayudas por la DANA
Además del requisito de actividad en 2023, el decreto impone otras condiciones que limitan el acceso a las ayudas.
Por ejemplo, los autónomos cuyo principal medio de trabajo, como un camión o una furgoneta, se encuentra en las zonas afectadas, pero no está registrado como bien inmueble, también quedan excluidos.
Esto afecta particularmente a transportistas, taxistas y repartidores, quienes son esenciales para el funcionamiento económico de muchas localidades.
Asimismo, se exige que los beneficiarios permanezcan dados de alta en el censo de empresarios hasta el 30 de junio de 2025.
Esto supone un desafío para muchos pequeños negocios que tardarán meses en retomar su actividad normal, especialmente en sectores donde la recuperación depende de reparaciones de infraestructura o del retorno de la demanda.
La Falta de Apoyo a los Nuevos Emprendedores
La exclusión de los nuevos autónomos contrasta con el discurso oficial del Gobierno sobre fomentar el emprendimiento y apoyar a las pequeñas empresas como motor de la economía.
En España, alrededor de 100.000 autónomos se dieron de alta en 2024, según datos de la Seguridad Social, muchos de los cuales han visto cómo sus esfuerzos por iniciar un negocio se ven truncados por la falta de apoyo en situaciones de emergencia.
Estos emprendedores han invertido en maquinaria, locales y personal, enfrentándose a costes iniciales elevados.
Para muchos de ellos, la DANA ha causado daños importantes en sus instalaciones o bienes, pero ahora se ven excluidos de las ayudas por no cumplir un criterio que poco tiene que ver con su situación actual.
Contexto y Comparación con Experiencias Anteriores
La polémica en torno a estas ayudas recuerda a situaciones similares ocurridas con las subvenciones durante la pandemia de COVID-19 y la erupción volcánica en La Palma.
En ambos casos, muchos pequeños empresarios y autónomos quedaron excluidos debido a requisitos complejos o criterios mal definidos.
Estas experiencias han dejado un precedente de desconfianza hacia la gestión de ayudas públicas, que a menudo parecen diseñadas más para limitar su alcance que para proporcionar un apoyo real.
En el caso de la DANA, la falta de flexibilidad en las condiciones del decreto subraya la desconexión entre las necesidades reales de los afectados y las medidas adoptadas por la Administración.
Mientras que las grandes empresas tienen más recursos para adaptarse a estos requisitos, los pequeños negocios y los autónomos, especialmente los nuevos, enfrentan barreras que dificultan su acceso a las ayudas.
Conclusión Nuevos Autónomos, Fuera de las Ayudas por la DANA: La Letra Pequeña que Complica la Recuperación
Una Oportunidad Perdida para Fomentar el Emprendimiento
La exclusión de los nuevos autónomos de las ayudas por la DANA es un reflejo de la falta de sensibilidad y adaptación de las políticas públicas a la realidad de los emprendedores.
En lugar de valorar el impacto directo de la DANA en los negocios afectados, se han priorizado criterios burocráticos que ignoran la vulnerabilidad de quienes apenas comienzan su actividad.
Si el Gobierno realmente quiere fomentar el emprendimiento y fortalecer el tejido empresarial, debe revisar estas condiciones y diseñar ayudas que sean inclusivas y accesibles.
La experiencia ha demostrado que las ayudas con “letra pequeña” no solo generan descontento, sino que también dificultan la recuperación de los sectores más afectados.
En un momento en que la economía necesita estabilidad y apoyo, es crucial que las políticas públicas sean una herramienta de impulso y no un obstáculo más para quienes trabajan por salir adelante.
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