El mercado laboral en España ha sido objeto de un intenso debate en los últimos meses con el paro efectivo y el maquillaje estadístico como protagonista.
Mientras las cifras oficiales muestran una mejora en el desempleo, los datos del paro efectivo revelan una realidad mucho más sombría.
Según estudios de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) y otras instituciones, el número real de parados es significativamente mayor al registrado oficialmente.
En este contexto, el uso de contratos fijos discontinuos y la reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz han generado críticas por lo que muchos califican de «maquillaje estadístico».
En agosto de 2024, el número de parados oficiales en España se situaba en 2,57 millones, lo que representa una disminución notable con respecto a años anteriores.
Sin embargo, el número de desempleados efectivos, que incluye a los trabajadores con contratos fijos discontinuos y otros demandantes de empleo en situación de inactividad, asciende a 3,44 millones.
Esto significa que hay más de 800.000 personas que no figuran en las estadísticas oficiales del paro, a pesar de estar en situación de desempleo durante gran parte del año.
Este desfase entre el paro registrado y el paro real ha generado controversia y ha puesto de manifiesto el maquillaje estadístico que confirma el paro efectivo.
Los críticos de la reforma laboral señalan que la clasificación de los contratos fijos discontinuos permite que muchas personas queden fuera de las cifras de paro oficial.
En lugar de contabilizarlas como desempleadas durante los periodos en los que no trabajan, estos contratos permiten que se consideren como empleadas durante todo el año, maquillando las cifras reales del mercado laboral.
Diferentes indicadores de parados en España
Existen varias formas de medir el desempleo en España, pero las más destacadas son:
- Paro registrado: Es la cifra oficial que publica el Ministerio de Trabajo, basada en las personas que se inscriben como demandantes de empleo.
- Paro efectivo: Incluye tanto a los parados registrados como a los demandantes con relación laboral, como los fijos discontinuos en periodos de inactividad.
- Tasa de desempleo: Este indicador proviene de la Encuesta de Población Activa (EPA), que utiliza una metodología diferente al paro registrado, basándose en encuestas a los hogares.
La brecha entre estos indicadores se ha ampliado en los últimos años, especialmente con la creciente utilización de contratos fijos discontinuos que no reflejan la verdadera situación de muchos trabajadores.
Impacto de la reforma laboral
La reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz en 2022 introdujo importantes cambios en el mercado de trabajo español.
Uno de los aspectos más controvertidos fue la prohibición de los contratos temporales y el fomento de los contratos fijos discontinuos.
Esta medida buscaba reducir la precariedad laboral, pero ha generado un efecto inesperado: muchos trabajadores que antes figuraban como temporales ahora están clasificados como fijos discontinuos, lo que mejora las estadísticas de empleo sin reflejar necesariamente una mejora en la estabilidad laboral.
Estos contratos permiten que los empleados trabajen solo durante ciertas épocas del año, pero permanezcan vinculados a la empresa durante el resto del tiempo.
Sin embargo, en los periodos de inactividad, no perciben salario ni cotizan a la Seguridad Social, lo que genera una situación de precariedad encubierta.
Además, al no contar como parados durante esos periodos, las cifras oficiales del paro disminuyen, aunque la realidad para estos trabajadores no sea mejor.
Diferencia entre desempleo oficial y real, el paro efectivo y el maquillaje estadístico
El paro oficial ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años, pero el paro real sigue siendo significativamente más alto.
Según FEDEA, el diferencial entre el paro registrado y el paro efectivo ha aumentado de 241.000 personas en 2022 a más de 780.000 en 2024.
Esto significa que el paro efectivo es un 30% mayor que el registrado oficialmente.
Esta disparidad se debe principalmente a la falta de inclusión de los fijos discontinuos y otros demandantes de empleo con relación laboral en las estadísticas oficiales.
El problema de los fijos discontinuos
Los contratos fijos discontinuos han crecido en popularidad desde la reforma laboral, representando un 6,4% de todos los contratos indefinidos en 2024.
Sin embargo, muchos expertos consideran que este tipo de contratos son, en realidad, una forma de empleo precario, ya que los trabajadores no tienen la seguridad de un salario continuo ni de una jornada laboral estable.
Durante los periodos en los que no trabajan, permanecen técnicamente empleados, pero sin derechos a una prestación de desempleo, lo que los deja en una situación vulnerable.
Conclusión Paro efectivo: ¿El maquillaje estadístico de Yolanda Díaz oculta la realidad laboral en España?
La reforma laboral ha traído consigo cambios significativos en la forma en que se mide el empleo en España.
Aunque las cifras oficiales muestran una reducción en el paro, la realidad es que el paro efectivo sigue siendo mucho más alto de lo que reflejan las estadísticas.
El uso de contratos fijos discontinuos ha permitido maquillar las cifras, mientras que la precariedad sigue siendo un problema importante en el mercado laboral.
A medida que el Gobierno continúa defendiendo los avances en la lucha contra el desempleo, es crucial que se aborden las deficiencias del sistema para que las estadísticas reflejen con precisión la realidad del mercado laboral en España.
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