La transformación digital de la facturación en España avanza a ritmo acelerado, llega VERIFACTU este 2025 para las empresas de SF.
A partir del 28 de julio de 2025, los proveedores de software deberán contar con sistemas adaptados a la Ley Antifraude, mientras que las empresas (personas jurídicas) dispondrán hasta el 1 de enero de 2026 y los autónomos hasta el 1 de julio de 2026 para cumplir con los nuevos requisitos.
El objetivo: impedir la doble contabilidad, garantizar la integridad y trazabilidad, combatir el fraude fiscal, y dotar de transparencia a miles de negocios.
¿Está preparado el tejido productivo?
El siguiente desarrollo analiza el impacto, retos y urgentes necesidades de adaptación.
¿Qué cambios llegan y por qué?, VERIFACTU 2025
La normativa que regula los Sistemas Informáticos de Facturación (SIF) y el sistema VeriFactu, obligará a todos los contribuyentes a:
- Emplear software que garantice registro inalterable, trazabilidad y control de eventos en cada factura.
- Incluir un código hash o QR por documento para garantizar su autenticidad.
- Enviar o poner a disposición de Hacienda los registros de facturación.
Este entorno se fundamenta en el Real Decreto 1007/2023, al que el RD 254/2025 introduce modificaciones, ampliando plazos de adaptación.
Calendario escalonado: quién debe hacer qué y cuándo, VERIFACTU 2025 – 2026
- 29 de julio de 2025: plazo para que los fabricantes y comercializadores de software cumplan con la norma.
- 1 de enero de 2026: fecha límite para que empresas (contribuyentes de IS) adopten sistemas adaptados.
- 1 de julio de 2026: fecha límite para que autónomos y resto de contribuyentes (IRPF, no residentes) implementen los sistemas.
Este calendario da más margen a los autónomos que, por su estructura, necesitan mayor tiempo y recursos para adaptarse.
¿Qué deben adaptar los sistemas informáticos? VERIFACTU 2025
Las exigencias clave incluyen:
Integridad y conservación: los registros no pueden modificarse sin registro previo.
- Trazabilidad: la evolución de la factura debe ser rastreable, desde su emisión hasta el almacenamiento.
- Registro de eventos: cada acción (emisión, cancelación, corrección) deberá quedar registrada.
- Tecnología hash o QR: mecanismo que asegura la autenticidad de cada factura.
- Compatibilidad con VeriFactu: capacidad para enviar o permitir acceso a la Administración.
Los proveedores están obligados a emitir una declaración responsable que certifique el cumplimiento formal.
Sanciones muy graves en el horizonte
No adaptarse conlleva consecuencias drásticas:
- Empresas y autónomos: multas de hasta 50.000 € por ejercicio por sistemas no certificados.
- Fabricantes: multas de hasta 150.000 € por ejercicio o 1.000 € por programa no homologado.
Además, las facturas emitidas fuera de norma pierden validez fiscal, lo que impide deducciones y deja expuestos a riesgos en inspecciones.
Beneficios potenciales: más allá del cumplimiento
Aunque exigentes, las nuevas reglas conllevan beneficios:
- Menos fraude fiscal y mayor control del IVA.
- Mejora de la liquidez: datos compartidos facilitan el control de cobros y pagos.
- Digitalización real: reduces errores y tiempo administrativo.
- Confianza empresarial: más solvencia frente a clientes, proveedores y entidades financieras.
El sistema VeriFactu, hoy aún una promesa, será clave en todas estas mejoras.
Retos técnicos y estructurales de VERIFACTU 2025 – 2026
España presenta tres grandes obstáculos:
- La baja penetración de software: solo un 7 % de las pymes actualmente emite e‑facturas; el 19 % sigue con Excel y un 13 % con papel.
- Costes de actualización: implantar un sistema nuevo implica inversión y formación, especialmente en pymes y autónomos con márgenes cortos.
- Confusión normativa: coexistencia de VeriFactu, SII y facturación B2B crea incertidumbre, y muchos desconocen qué les aplica.
Apoyo e inclusión tecnológica
El Kit Digital y ayudas regionales podrán cofinanciar estas adaptaciones. Hacienda ha puesto a disposición de los autónomos una herramienta gratuita básica.
Pero una adopción efectiva requiere formación práctica y soporte técnico, especialmente en pequeñas localidades.
¿Y si no estás en SII?
Las empresas acogidas al Suministro Inmediato de Información (SII) están exentas de VeriFactu, aunque sus proveedores sí deben cumplir.
Esto evita duplicidades, pero puede generar incertidumbre en muchas pymes que no conocen su estado SII.
Comparativa internacional
España sigue los pasos de países europeos avanzados:
- Italia y Reino Unido implementaron sistemas similares antes que España.
- En muchos países, las sanciones ya están en vigor, y existe un plazo adaptativo.
- Pese a la apuesta por e‑factura en pymes, España aún tiene menor penetración tecnoló
Pasos recomendados para pymes y autónomos con VERIFACTU 2025 – 2026
Para evitar sanciones y aprovechar la digitalización, se recomienda:
- Contactar con su proveedor y asegurarse de la certificación antes del 29/7/2025.
- Comenzar pruebas de implementación en el segundo semestre de 2025.
- Participar en programas formativos regionales y utilizar herramientas como Verifactu.
- Revisar la situación del SII y adaptar procesos internos.
- Evaluar beneficios: reducción de errores, tiempo y mejora de condiciones tributarias.
Conclusión VERIFACTU 2025: las empresas de sistemas de facturación tienen hasta finales de julio para no quedar fuera del sistema antifraude.
La nueva normativa de facturación electrónica supone una revolución inevitable y esperada. España avanza hacia un modelo tributario más fiable, moderno y transparente.
Sin embargo, la transformación depende del tiempo otorgado, el acompañamiento técnico, y la claridad territorial.
Sin herramientas adaptadas, muchas pymes y autónomos se enfrentarán a multas significativas y pérdida de validez fiscal de sus facturas.
Sin formación y hojas de ruta claras, la digitalización será solo un reto burocrático más.
Sin apoyo estatal, el incumplimiento será la norma, no la excepción.
El plazo ampliado concede una oportunidad. Transformar este reto en catalizador requiere acción, inversión y acompañamiento.
Si no, los próximos tres años podrían convertirse en una pesadilla normativa para quienes menos capacidad tienen de resistirla.
La factura digital no es un capricho: es una puerta hacia una economía más eficiente y justa.
El reto hoy es transitar esa puerta sin dejar a nadie atrás.
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