Un manual de la editorial Editatum con el que aprenderás a crear y personalizar el aroma perfecto para tu negocio.
¿Alguna vez te has preguntado qué relación guarda el sector del negocio con los perfumes? Se trata de algo muy curioso, pues las empresas recurren mucho al marketing olfativo para atraer a sus clientes, hacer que repitan sus visitas a los establecimientos y aumentar las ventas.
Además, hay perfumes relacionados con el dinero. Todo esto y mucho más, como la elaboración o la elección de los aromas, lo explica Victoria Braojos, especialista en alquimia, en su ‘GuíaBurros: Perfumes Mágicos’.
Se trata de un libro publicado por la editorial Editatum, con el que aprenderás a personalizar tu propio aroma y con el que conseguirás sacar provecho de tu negocio. Incluye también toda la información necesaria, desde la explicación de las familias de perfumes que existen, los métodos de fabricación, cómo probar y elegir un perfume, y un largo etcétera.
La importancia del marketing olfativo
Las empresas se preocupan cada vez más por ofrecerle a los clientes de sus marcas una experiencia que se quede grabada en cada uno de sus sentidos, pero, de entre todos ellos, el olfato tiene más resonancia. Quizá esto sea porque es el que nos transporta más fácil y sutilmente a recuerdos.
Por este motivo, afamadas marcas utilizan esta información y la capacidad evocadora de los perfumes para impregnar sus locales y productos. Así nos hacen revivir ciertas emociones, que nos hacen sentirnos mejor y más receptivos hacia lo que nos ofrecen. Si la experiencia vivida es positiva, cada vez que vuelvas a reconocer ese aroma, por ejemplo, en una prenda que hayas comprado en un lugar determinado, te sentirás bien al usarla; muy seguramente te volverán a entrar ganas de acudir de nuevo a esa tienda cuando necesites una prenda, o al pasar por la puerta del local, si está abierta y aparece el aroma, entrarás instintivamente.
Y es que, los aromas no solo sirven para mejorar la experiencia del comprador –el marketing olfativo ya se ha situado como otro punto fuerte para aumentar las ventas–, sino también para mejorar la actividad de sus trabajadores, que seguramente en un ambiente evocador y armónico trabajarán mucho más a gusto y mejor. Un ejemplo es el del aroma del café.
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