A partir de octubre se prevé una subida de entre 3 y 12 euros de las cuotas. Tendrán que afrontar también la subida del SMI
La semana pasada el Gobierno informó de una subida del SMI -Salario Mínimo Interprofesional- de 15 euros a partir de este mes, por lo tanto pasará de 944 euros a 965. La subida se realizará de forma retroactiva, así pues, todo aquel que cuente con asalariados cobrando el SMI en su actividad económica, deberá subir sus nóminas 15 euros más cada uno.
Por otro lado, tal y como afirman los expertos, las cotizaciones habitualmente suponen el 33% del sueldo bruto de los trabajadores, es por eso por lo que deberán pagar, mínimo, 5 euros más de cotización a cada empleado que cobre el SMI.
También hay que sumar un nuevo gasto: la subida de las cuota de autónomos. Está subida, paralizada hasta que se lograra la subida del SMI, tiene previsto reactivarse a partir de octubre. El incremento será de entre 3 y 12 euros.
En este contexto, Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), quiso destacar que la subida del SMI sobretodo afectaba a las pequeñas empresas y autónomos, y no tanto a los grandes empresarios.
«Es una pena que se suba en contra de la opinión de quién debe pagarlo […] puede de nuevo traer economía sumergida y hacer daño al empleo», comentó el presidente de la Federación. Además, quiso expresar su descontento, subrayando que «tiene poco sentido subirlo 15 euros ahora y dentro de tres meses, volver a realizar una subida».
Los pequeños negocios serán los mayores afectados
En nuestro país, los pequeños negocios y los autónomos son quienes tienden más a tener el mayor número de trabajadores cobrando el SMI. Es por eso, que con esta subida del SMI, ellos serán los más afectados. Además, hay que añadir que, no en todos los sectores se esta empezando a notar la recuperación económica, y por tanto, no generan los beneficios suficientes para afrontar la subida del SMI.
Este nuevo contra tiempo para el colectivo viene siguiendo el fracaso del nuevo real decreto que iba ampliar y modificar las condiciones del plan de ayudas para pymes y autónomos. En la primera fase del nuevo real decreto, aún no se ha cubierto la mitad del presupuesto del que disponen las autonomías: las condiciones y requisitos impuestos han dificultado en gran medida el proceso.
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