Como vimos en el anterior artículo, de la mano de los expertos de Concursalix, los concursos de acreedores son procedimientos legales que se ponen en marcha cuando una persona, física o jurídica, no puede hacer frente a sus deudas o pagos y se declara insolvente.
Se trata de una herramienta que protege a las personas físicas y a las compañías que no tienen la posibilidad de afrontar sus deudas, y les ofrece una segunda oportunidad.
Cuando una persona, autónomo o empresario se declara insolvente, una de las primeras cuestiones que le vienen a la mente es cuánto tiempo dura un concurso de acreedores.
En este artículo, los expertos en concursos de acreedores nos cuentan cuánto tiempo se tarda en resolver un concurso y qué pasa después de este proceso.
¿Cuánto tiempo se tarda en resolver un concurso de acreedores?
Lo cierto es que la duración de este proceso puede variar mucho y por diversos motivos. Es difícil calcular cuánto tiempo se tarda en resolver un concurso de acreedores, y los expertos de Concursalix nos aseguran que “puede alargarse desde uno o dos meses a cinco años o más”.
Esta duración está determinada, principalmente por el tipo de concurso de acreedores y por la carga de trabajo que tenga en ese momento el Juzgado de lo Mercantil, encargado de la tramitación del proceso.
Por tanto, a la hora de calcular la duración aproximada de un concurso de acreedores, debemos tener en cuenta una serie de elementos que lo condicionan:
- El concurso puede ser voluntario, instado por el propio deudor; o necesario, instado por los acreedores.
- Puede ser abreviado u ordinario.
- Se puede negociar plazos de pago y quitas con los acreedores, o bien, para liquidar.
- Es necesario tener en cuenta la suficiencia o insuficiencia de masa activa para satisfacer los créditos contra la masa.
Si se trata de un concurso voluntario, presentado por el propio deudor, puede hacer lo siguiente:
- Buscar la continuidad de la empresa logrando un convenio con los acreedores.
- Cerrar la empresa definitivamente, mediante la liquidación de sus bienes y saldando las deudas con aquellos.
¿Qué pasa después de un concurso de acreedores?
Tras finalizar la fase de calificación del concurso, que determina si, en el estado de insolvencia del deudor, o en su agravamiento, ha habido una actuación negligente de los responsables de la empresa o del propio deudor persona física, habría terminado el concurso.
Por lo general, cuando finaliza el concurso de acreedores, el deudor verá la extinción y cancelación de su inscripción en los registros públicos, considerándose que las deudas no pagadas quedan canceladas, o condonadas.
No obstante, el concurso podrá reabrirse si aparecen nuevos bienes que puedan liquidarse.
Así pues, tras el concurso de acreedores, las deudas de la sociedad quedarán canceladas y los acreedores no tendrán la posibilidad de cobrar su deuda, y únicamente podrán exigirla a los administradores si se da una acción de responsabilidad frente a estos.
¿Qué ley regula el derecho concursal?
Según nos explican los expertos concursales, los concursos de acreedores se encuentran regulados en la Ley Concursal (Ley 22/2003 de 9 de julio), modificada por el Real Decreto Ley 3/2009, de 27 de marzo. La última modificación más importante de la ley concursal fue introducida por la Ley 9/2015.
Con esta última modificación se remodelan conceptos relativos a las fases de los concursos de acreedores, concretamente a la fase de liquidación, a la calificación del concurso, al acuerdo extrajudicial de pagos y a los acuerdos de refinanciación.
Para conocer si una compañía está en concurso de acreedores, antes de comenzar a trabajar con ella o realizar transacciones, es importante conocer si está o no en concurso de acreedores.
La próxima semana, los asesores concursales nos contarán cómo saber si una empresa está en concurso de acreedores, a través del Boletín Oficial del Estado, el Registro Público Concursal, el Boletín Oficial del Registro Mercantil, etc.
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