El subsidio de desempleo de un autónomo que cesa en su actividad y cierra su negocio supera en menos de dos euros a la pensión de jubilación que le espera.
720,56 euros por 718,75 euros: por debajo del salario mínimo y también inferior al umbral de la pobreza en el del paro, que solo cubre doce mensualidades.
Son dos de las principales conclusiones que ofrece el informe anual de AMAT (Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo) sobre la gestión de la prestación del CATA (Cese de la Actividad de Trabajadores Autónomos), cuyos seis años de vigencia han supuesto para el Estado una ganancia neta de unos 800 millones
También explica cómo más de la mitad de las solicitudes son rechazadas y cómo el volumen de peticiones se redujo en 600 con respecto al año anterior.
Concretamente, las mutuas desestimaron el año pasado 1.787 de las 3.310 peticiones resueltas, a las que se sumaron 255 de las que fueron recurridas.
Alrededor de unos 200 autónomos vieron cómo las mutuas anulaban sus expedientes al considerar que no habían entregado toda la documentación que les requerían, que fue también la causa de un gran número de las desestimaciones
El resto se reparten entre no tener cubierto el periodo mínimo de cotización o tener cuotas pendientes de pago, algo que regularizó la mitad de los afectados.
El grueso de los ceses de actividad, con un peso superior al 75%, se deben a motivos económicos, técnicos, productivos u organizativos, causas de fuerza mayor y la pérdida de licencias administrativas para el negocio que se explotaba.
Algo más del 20% de los ceses corresponden a TRADE (autónomos dependientes), mientras que “en nueve ocasiones, la causa por la que se reconoció el derecho a la prestación fue divorcio o separación, y en cinco expedientes la causa derivaba de violencia de género”, señala el informe.
La legislación contempla como una vía de acceso al subsidio por cese de actividad las situaciones de violencia machista y de ruptura matrimonial que conllevan la pérdida de su medio de vida para la víctima.
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