Desde enero hasta marzo de este año, el número de autónomos apuntados en el RETA ha disminuido enormemente según afirma la UPTA. Si hablamos de números concretos este colectivo se ha reducido en 23.800 personas, mientras que en 2016 sólo se manifestó un descenso de 10.900 personas.
Estos datos publicados por el INE sobre la EPA son muy negativos y demuestran que el trabajador por cuenta propia atraviesa un momento complicado. Si se analizan los datos más en profundidad destaca la bajada de autónomos independientes o que no tienen ningún trabajador asalariado contratado, que han disminuido en 45.800, y eso que si que se manifestó una recuperación entre los empleadores o empresarios autónomos,en 22.900.
Estos datos ponen de manifiesto que los autónomos sin asalariados forman un colectivo al que no llegan las mejoras macroeconómicas, por lo que se convierten en el actor más débil y afectado por la crisis de todos los sectores laborales.
Esta situación se produce en los rangos de mayor edad, sector que continúa cotizando para mantener su actividad económica. Desde la UPTA recuerdan que hay que poner en marcha los planes ordenados de relevo generacional así como potenciar medidas regeneradoras del tejido económico.
