Todos los profesionales autónomos que adquieran una discapacidad por causas como accidente, enfermedad o cualquier otro motivo, podrán obtener los mismos incentivos que los que lo tenían de forma inicial.

Las ayudas generales incluyen tanto reducciones como bonificaciones para autónomos con una discapacidad en grado igual o superior al 33 por ciento.

Así lo expone la modificación de la Ley 2072007 de 11 de julio de Estatuto del Trabajo Autónomo, operada por Real Decreto-ley 29/2018 de diciembre que ha sido publicado recientemente en el BOE.

Para poder profundizar en este tema, el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) ha expuesto que dicha reforma del Estatuto del Trabajo Autónomo establece «que lo dispuesto en este será también de aplicación, a opción de los interesados,en los supuestos de trabajadores autónomos que estando de alta en este régimen especial les sobrevenga una discapacidad en un grado igual o superior al 33 por ciento”.

Con esto, se da una respuesta legal a una demanda sostenida planteada desde el CERMI que reclamaba la extensión del marco de inventivos a todos los autónomos profesionales con alguna discapacidad sin importar el momento de aparición de la misma.

Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social se comprometió a adoptar esta medida a petición del CERMI. Esta, favorecerá el mantenimiento en el empleo de los autónomos que obtengan algún tipo de discapacidad en el desempeño de una actividad laboral.