Ocho de cada diez pymes españolas no cuentan con estrategias para hacer frente a la transformación digital y al desarrollo de la tecnología.
Las pequeñas y medianas empresas son consideradas como un pilar fundamental en la economía española, ya que representan el 99% de la producción.
A lo largo de los siglos, la sociedad ha sufrido cambios que la historia, posteriormente, ha calificado como revoluciones. Actualmente, estamos viviendo la revolución de las nuevas tecnologías digitales.
A pesar de la importancia de las pymes en la economía, el crecimiento de estas es lento, un hecho que podría cambiar si comienzan a considerar la inversión en transformación digital como una prioridad.
Así queda reflejado en el informe de la Radiografía de la Pyme 2018 elaborado por Sage, multinacional especialista en soluciones de gestión en la nube, según el cual solo el 19 % de estas empresas dispone de un plan establecido para abordar su proceso de digitalización, porcentaje que se reduce hasta el 14 % en el caso de los autónomos y las micropymes.
El proceso de transformación digital y su adaptación a las nuevas tecnologías va unido a una inversión a medio y largo plazo que responde a un plan estratégico para mejorar la captación de clientes.
Además, menos del 30% de las microempresas en España tienen página web, y menos del 27% tiene perfiles y actividad en redes sociales. Estas cifras chocan con la realidad de la conectividad en nuestro país.
Sin embargo, crear una web y mantenerla o tener perfiles en las redes y actualizarlos periódicamente, etc., son funciones que, en muchas pymes, resultan difíciles de cumplir por falta de tiempo, de dinero o de personal cualificado.
A la hora de poner en marcha un negocio, la primera preocupación es conseguir clientes, y hoy en día se encuentran en Internet.
Pero, ¿en que consiste la transformación digital?
La transformación digital se puede definir como la integración de las nuevas tecnologías en todas las áreas de una empresa para cambiar su forma de funcionar. El objetivo es optimizar los procesos, mejorar su competitividad y ofrecer un nuevo valor añadido a sus clientes.
Por tanto, no se trata simplemente de comprar ordenadores más potentes, almacenar datos en la nube o instalar un ERP. La transformación digital implica un cambio en la mentalidad de los directivos y los empleados de las organizaciones. Es una apuesta de futuro hacia nuevos métodos de trabajo que aprovechen todo el potencial de la digitalización. Fuente: ttandem.
Algunas de las herramientas que proponen los profesionales para comenzar con la transformación digital son: la comunicación digital, la nube, big data y analítica avanzada, streaming, etc.
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