En el año 2017, tan solo el 0,96% de los autónomos se dio de baja por enfermedad, frente al 1,95% de los trabajadores por cuenta ajena.
¿Qué significa esto? Según un informe elaborado por la asociación que preside Lorenzo Amor, ATA, estas cifras representan que los autónomos se dan de baja la mitad que los asalariados.
Además, durante el pasado 2017 los trabajadores por cuenta propia que se dieron de baja lo hicieron una media de 92 días, lo que implica el triple de tiempo que la media de los trabajadores por cuenta ajena, cuya media es, aproximadamente, 39 días. Esto significa que los autónomos se dan de baja únicamente cuando la enfermedad que la provoca requiera de una suspensión completa de la actividad, sabiendo que el periodo de enfermedad será largo.
En cuanto a estas cifras, Lorenzo Amor a asegurado que, aunque «los autónomos se dan mucho menos que los asalariados de baja por enfermedad», «sus bajas son mucho más largas ya que un autónomo no solicita una baja por un constipado. Sólo nueve de cada mil trabajadores autónomos se dan de baja por enfermedad cada mes frente a los 22 asalariados de cada mil. Un autónomo siempre está pendiente de su negocio y sólo cuando la enfermedad es lo suficientemente complicada y larga como para impedirle atenderlo solicita esa baja por incapacidad temporal»
«Las cifras nos confirman algo que ya sabíamos, cuando un autónomo se da de baja es porque está enfermo de verdad. Por eso es tan importante que los autónomos adecúen en cada periodo su base de cotización a lo máximo que puedan. Porque cuando estén de baja, va a ser para largo tiempo y necesitan poder recibir lo máximo posible».
“Por eso, desde ATA pedimos que los autónomos estén exentos de pagar la cuota a la Seguridad Social a partir del día 30 de la baja. Porque son bajas largas en las que tienen que seguir pagando su cuota a la Seguridad Social y en ocasiones esto se convierte en un verdadero problema”, concluye Lorenzo Amor, presidente de ATA.
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