El tejido productivo de España sigue colonizado por pymes y autónomos. Ni una crisis de seis años ha permitido cambiar ese patrón. En 2008 había 1,75 millones de empresas sin asalariados y 1,63 millones de pymes, lo que sumaban 3,38 millones de compañías, el 98,8% del total. En 2013, el último año de la crisis, la cifra bajó a 3,1 millones, pese a lo cual supuso el 99%. Tras tres años consecutivos de crecimiento económico, la cifra subió a 3,23 millones en 2016, aunque las pymes y autónomos siguen sumando el 98,8% del tejido. El mismo porcentaje que antes de la crisis.
Y eso tiene un efecto directo sobre el empleo, la productividad y la competitividad de las empresas. Así lo resalta el informe anual del Círculo de Empresarios sobre la mediana empresa en España, en el que se destaca que son más resistentes que las pequeñas y las grandes a las recesiones y que generan más empleo y son más productivas. Pese a ello en España apenas hay 18.920 empresas medianas, apenas un 0,6% del total. “El tamaño de la empresa es esencial porque sin un mínimo no tiene economía de escala, ni la posibilidad de contratar y retener talento, ni de innovar e investigar, ni de financiarse bien o internacionalizarse”, ha subrayado Javier Vega de Seoane, presidente del Círculo de Empresarios, durante la presentación.
Esto supone una desventaja frente a otros países de la zona euro, como Alemania y Reino Unido, en los que el peso de las medianas es mucho mayor.
Para corregir este déficit con países del entorno de la zona euro, Vega de Seoane propuso cambios regulatorios que puedan facilitar el crecimiento de las empresas. “Proponemos elevar los umbrales a partir de los cuales se complica la vida de una empresa, con más obligaciones administrativas y fiscales. Cuando pasas a ser una mediana dependes de la unidad de grandes contribuyentes de la Agencia Tributaria y eso no facilita que crezca. En la actualidad, una pyme pasa a ser mediana cuando tiene más de 50 empleados o factura más de 6 milllones de euros. Lo que proponemos es elevar el umbral de 50 a 100 empleados y de 6 millones a 20 millones”, recalcó.
La propuesta del Círculo es una de las que maneja el Ministerio de Economía, que publicó el pasado verano un informe sobre crecimiento empresarial, en el que apuntaba a la sustitución del umbral vinculado a tamaño por algún otro umbral como una de las soluciones para propiciar el crecimiento empresarial. “Puede haber revisión al alza o a la baja en función de las regulaciones y también puede desacoplarse de los niveles más frecuentes, como el de 50 trabajadores, para evitar los efectos escalón en la distribución de empresas”, apuntaba.
El informe del Círculo de Empresarios incluye un apartado, elaborado por BBVA Research, en el que destaca la necesidad de que las empresas, con independencia de su tamaño, se adapten al proceso de digitalización, entendido como innovaciones en bienes y servicios que conlleven reducciones de precio o mejoras de eficiencia. Antonio Marín, economista de BBVA Research, recalcó que la digitalización en las empresas ofrece respuestas a tres de los granes problemas de España. “La elevada tasa de desempleo, la falta de productividad y el inevitable proceso de envejecimiento, que provocará una caída del consumo”, remarcó.
FUENTE: CINCO DÍAS
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