De momento, el compromiso de las empresas en España por el desarrollo sostenible es muy limitado. Solo El 9% de las empresas del Ibex 35 han abrazado esta propuesta.
La Agenda 2030 de Naciones Unidas ha propuesto 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas. Estos exigen una acción colectiva en el ámbito económico, social y medio ambiental; por parte de las administraciones públicas, el sector privado y la sociedad civil.
En cuanto a las empresas, los objetivos que se proponen, les invitan a reducir sus impactos negativos y ha contribuir al desarrollo sostenible. Esto lo deben hacer a través de sus productos y servicios; las inversiones y las prácticas corporativas.
El deber de las empresas es plantear un propósito claro, vinculado a los retos del desarrollo sostenible. A través del cual establecer dos cuentas de resultados: los financieros y los sociales. Este propósito, les servirá para lograr la interdependencia entre desarrollo sostenible y éxito empresarial. Según Teodoro Gómez, socio de Monitor Deloitte, «el propósito 2030 no es solo una frase o un lema, es cambiar la razón de ser de una compañía».
En el caso español, el compromiso de las empresas con los ODS es todavía bastante limitado. Tan solo el 9% de las empresas integradas en el Ibex 35 han incorporado a su estrategia el propósito 2030. Esto lo pone en manifiesto el informe «2030 Purpose: Good Business and a Better Future», elaborado por Deloitte.
El informe asegura que las empresas españolas tienen un gran margen de mejora. Pues hasta 2016, solo 3 compañías integraban un propósito; 6 empresas cuentan con un propósito orientado al bien común, parecido al ODS; 21 compañías definen un propósito; y 5 empresas todavía carecen de un propósito claro.
No obstante, las empresas españolas se adaptan poco a poco. La socia de gobierno corporativo y sostenibilidad de Deloitte, destaca que las empresas «están apostando tímidamente, en principio, pero cada vez con más energía».
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