Los locales de venta al público son en los que se va centrar Hacienda durante el 2017 para intentar acabar con el fraude fiscal; la Agencia Tributaria va a por el pequeño comercio, en su lucha contra el IVA y la economía sumergida.

También es cierto que la economía digital y las grandes fortunas son otro de sus focos, pero si hacemos una visión general de la economía, el número de locales de venta al público es bastante mayor que la cantidad de YouTubers que obtienen ingresos a partir de su afiliación al marketing.

Desde Hacienda se cree que los pequeños comercios están involucrados en el fraude de forma generalizada, ya que no declaran muchas de ventas, por lo que se piensa que la economía sumergida de España llega hasta un 20% de la economía total, porcentaje que además se ha incrementado con la crisis, a la vez que se aumentaba la carga fiscal con la subida del IVA.

Y es que Hacienda está completamente convencida de que los establecimientos de venta al público no declaran todos sus ingresos, con lo que se evitan el pago del IVA de este porcentaje que no declaran.

Todo esto cuadra a la perfección con la política de reducción de pagos en efectivo hasta los 1.000 euros y con la creciente bancarización, donde los pagos en efectivo, que actualmente se hacen desde el móvil, permitiendo así un mayor control de los ingresos reales de los comercios y también con la creciente tendencia de acabar con el efectivo a medio plazo.

Si se hace publicidad sobre las prácticas que va a llevar a cabo Hacienda para luchar contra el fraude afectará deforma directa a la forma de actuar de las pequeñas empresas, ya que al saber que están siendo investigadas el porcentaje de ingresos que no declaren disminuirá inmediatamente, aunque nunca se eliminará por completo.

Aquellas empresas que son investigadas y reciben una inspección y son sancionadas y se lo cuentan a otras empresas, crea un efecto dominó que también hace que disminuya sensiblemente este fraude, ya que el temor a que les ocurra los mismo disminuye las ganas de llevar a cabo cualquier acción ilegal.

Para todas aquellas pymes que cumplen con todas sus obligaciones fiscales, estas son buenas noticias, ya que las que no declaran sus ventas no dejan de ser una competencia desleal que les interesa que desaparezca.

La Unión Europea quiere combatir la opacidad fiscal con normas que obligan a los profesionales como asesores, abogados… para que denuncien las prácticas de sus clientes, intentando reducir al máximo el fraude.