El 27 de junio la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebró el Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas, una fecha que comenzó a conmemorar el pasado año 2017 porque considera que son “la espina dorsal de la mayoría de las economías del mundo”.
Asimismo, desempeñan un papel fundamental en los países en desarrollo. Este organismo ha señalado que, según los datos del Consejo Internacional para la pequeña empresa, este tipo de negocios “representan más del 90% del total de empresas, generan entre el 60% y el 70% del empleo y son responsables del 50% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial”.
Las pymes son “responsables de una generación de empleo e ingresos importantes en todo el mundo” y son un factor clave en la reducción de la pobreza y el fomento del desarrollo. También son las encargadas de emplear a “una gran proporción de trabajadores pertenecientes a los sectores más vulnerables de la sociedad”, como mujeres, jóvenes y personas de hogares desfavorecidos. “Las posibilidades que generan, económicas y de otros tipos, pueden ser la respuesta a las necesidades sociales de muchas personas y servir de base para la inclusión”, según la ONU.
A pesar de su aportación al desarrollo mundial, las microempresas y pymes tienen que hacer frente a muchas dificultades en su funcionamiento diario y crecimiento. El acceso a la financiación es el principal problema al que deben hacer frente, y que, según la ONU, les afecta de manera “desproporcionada”. Los datos que este ente maneja del Banco Mundial sostiene que entre 200 y 245 millones de empresas, de las cuales el 90% son pymes o micropymes, “no tienen acceso a los préstamos o descubiertos bancarios que necesitan, o no disponen de financiación, pero aun así el acceso es complicado”.
Las dificultades financieras son aún mayores para las “empresas informales”, es decir, aquellas que han sido constituidas de forma desrregularizada y que suelen ser de menor tamaño. “Aunque menos productivas que las formales, contribuyen en gran medida a la actividad económica y el empleo”. El 74% funcionan en el sector informal de la economía La ONU ha calculado que “un 74% de las microempresas y pymes de todo el mundo funcionan en el sector informal de la economía”, una cifra que asciende al 77% en los países en desarrollo. “Los negocios informales se apoyan en financiación informal, que si bien facilita el acceso a fondos, enlentece el crecimiento y aumenta la ilegalidad de la empresa”, según la fuente.
Un sector financiero desarrollado contribuye a “movilizar y redistribuir los recursos”, así como a “gestionar el riesgo”, lo que favorece el crecimiento del sector privado; además, la financiación fomenta “el crecimiento económico, que a su vez genera empleo”. En este sentido, la ONU hace un llamamiento a legisladores y empresarios para tomar medidas y “alentar la formalización, la participación y el crecimiento” de pymes y micropymes en los mercados internacionales, regionales y nacionales, en particular “mediante el acceso de todos a la creación de capacidad y los servicios financieros, como la microfinanciación y el crédito asequibles”.
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