Madrid es la segunda comunidad autónoma en España con más pymes registradas, representando una cantidad superior al medio millón.
Las pymes, todas aquellas compañías con menos de 250 trabajadores, que no superen los 50 millones de euros de volumen de negocio y que no pasen de los 43 millones anuales de balance general, suponen el 99% del tejido empresarial de nuestro país.
Madrid, Cataluña y Andalucía representan el 50% de las pymes españolas, con lo que no es de extrañar la fuerte competencia a la que se encuentran sometidas las pequeñas y medianas empresas madrileñas.
Pero no están solas. Existen asesorías en Madrid que refuerzan el brazo administrativo de las empresas para que los proyectos no pierdan energía y solo tengan que preocuparse por realizar su actividad.
Estas asesorías resultan vitales para la gestión de la contabilidad, las nóminas de los empleados y demás cuestiones pueden lastrar el rendimiento de las empresas; el principal problema al que se enfrentan las pymes españolas es el desconocimiento de la gran mayoría de ellas de la faceta administrativa.
Madrid es un hervidero de empresas gracias a las posibilidades que ofrece.
Su alta población, el perfil variopinto de sus consumidores y su fácil accesibilidad significan una oportunidad de mercado real para empresas que no serían posibles en otros lugares de la geografía española.
Según datos del Ministerio de Economía, el principal núcleo empresarial madrileño se sitúa alrededor de la información, las comunicaciones, y los servicios administrativos -la primera de España en este sector-.
En segundo lugar aparecen las empresas dedicadas al comercio. La construcción ocupa el tercer escalón en Madrid.
Las pymes dedicadas a los transportes, los servicios a la comunidad, la hostelería y las actividades sanitarias y de servicios sociales se encuentran muy parejas en número.
Madrid es líder a nivel estatal en cuanto a compañías dedicadas al suministro de agua, energía eléctrica, gas y gestión de residuos urbanos -aunque el número de registros languidece en comparación con otros sectores por la propia naturaleza de la actividad- doblando en número a Cataluña y Andalucía. La brecha digital es una dificultad y, a su vez, una nueva oportunidad de desarrollo.
Desde 2006 Madrid viene implementando campañas de asesoramiento digital para que las empresas tengan más presencia en la red y se introduzcan en nuevas vías de negocio, como el comercio electrónico, que pueden ser muy beneficiosas.
En definitiva, para hacer frente a las grandes empresas las pymes deben tener una buena idea, un buen producto y una eficiente gestión de sus recursos.
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