Las pequeñas y medianas empresas se han tenido que adaptar rápidamente a la nueva situación comercial tras el coronavirus.
Las pequeñas y medianas empresas conforman más del 95% del tejido empresarial español. Con la llega del nuevo año, se enfrentaban a nuevos retos que se vieron truncados tras la crisis del coronavirus. Los desafíos que deparaba el 2020 se han tenido que redefinir ante el nuevo panorama comercial.
La liquidez
Uno de los mayores retos de las pequeñas y medianas empresas es la liquidez. Éste se ha acentuado durante el confinamiento.
Normalmente, cuando nos enfrentamos a un problema de liquidez es necesario implantar medidas de contención. Éstas pueden estar completamente enfocadas al ahorro y la gestión del gasto. También, pueden estar dirigidas a las estrategias de venta.
Si, por el contrario, con esto no bastase, puedes recurrir a la financiación. Además, podrás recurrir a una asesoría fiscal para asesorarte correctamente sobre ahorrar, reducir la carga tributaria y beneficiarte de subvenciones.
Digitalización
Debido, principalmente, al confinamiento, la actividad digital se ha disparado en esta nueva situación. La digitalización, así como, la inversión en tecnología deben estar en la estrategia de todas las pymes.
Claramente vivimos en unos tiempos de revolución tecnológica y ésta ha dejado de ser exclusiva para las grandes corporaciones. Gracias a la digitalización de los procesos, comunicaciones y el almacenamiento de información, se puede optimizar, automatizar y agilizar la toma de decisiones. La omnicanalidad tanto externa como interna ha sido uno de los aspectos fundamentales para las empresas durante los últimos meses.
Por otro lado, gran parte de la actividad comercial opera ya en el plano online. A principios de año era un reto, pero a día de hoy se ha convertido en un aspecto clave para que las pymes puedan salir a flote en esta nueva situación.
Big data
El Big Data, o uso de macro información, permite tomar decisiones, llevar a cabo estrategias de ventas, marketing o inversión y adelantarse a las tendencias.
Según el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI (ONTSI), solo un 10% de las pymes realizaron fuentes de datos Big Data el pasado año.
Debido a la pandemia, la necesidad de invertir en las tecnologías de la información es indispensable.
Internacionalización o consumo local
Todos los procesos de internacionalización se han visto aplazados debido a las circunstancias sanitarias. Por ello, las pymes han tenido que replantearse las estrategias de crecimiento a medio plazo. Actualmente, la incertidumbre sobre la pandemia, así como, el cierre de fronteras y la inestabilidad política dificultan mucho la ampliación internacional de los negocios.
Sin embargo, está naciendo una tendencia sobre el consumo local y de cercanía. Esto se debe a las restricciones de movilidad, así como a la conciencia solidaria que ha marcado estos últimos meses.
A raíz de estos cambios, las pymes tienen como prioridad necesario cambiar el rumbo estratégico de la empresa para poder sobrevivir y crecer.
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